Los continuos retrasos que está acumulando la construcción de los nuevos accesos rodados al puerto de El Musel hacen presagiar que la nueva instalación podría no estar en funcionamiento a principios del año 2021, como desde un primer momento se aseguró. Así lo cuestiona el diputado nacional forista Isidro Martínez Oblanca, que preguntará sobre ello en el Congreso al ministro de Fomento, José Luis Ábalos.

Esta preocupación entronca con un documento interno del PSOE al que tuvo acceso este medio hace mes y medio en el que, desde el partido socialista, se aseguraba que grandes obras de la región, entre ellas los nuevos accesos de El Musel, no se podrán finalizar en tiempo y forma debido a la "inoperancia" del Gobierno popular de Mariano Rajoy y la herencia de su escasa inversión para con el Principado.

Con todo, Martínez Oblanca se interesará por el estado de las obras e instará al Gobierno central a tomar medidas para que puedan finalizarse cumpliendo los plazos previstos. Explica el diputado nacional forista que las labores se comenzaron en julio del 2017, con el objetivo de transformar en autovía un tramo de la actual carretera AS-19 entre Lloreda y Veriña.

No obstante, el protocolo firmado por las tres administraciones -Estado, Principado y Ayuntamiento- y la Autoridad Portuaria para garantizar un servicio acorde con las infraestructuras portuarias, uniendo así el enlace portuario con la red viaria de gran capacidad, se firmó en diciembre de 2015. "Trece años después de la firma del protocolo de colaboración para resolver la accesibilidad al puerto de El Musel y a la Zalia, continuamos bajo mínimos", enfatizó Martínez Oblanca.

Las obras corresponden al desdoblamiento de 3,5 kilómetros de carretera entre Lloreda y Veriña que permitirá disponer de una nueva autovía y varios enlaces para dar servicio a los polígonos industriales y facilitar la conexión hacia Santander, así como cuatro glorietas en Los Campones.

Las obras están siendo ejecutadas por la UTE Copisa-Sando, que dispone de tres años y medio para la ejecución de las mismas. Explica Martínez Oblanca que las labores cuentan con una consignación presupuestaria de 33 millones de euros.

Martínez Oblanca afea que las obras se paralizaron ocho meses en 2018 y que se reanudaron en el mes de septiembre "a un ritmo muy lento, condicionado por los trámites administrativos", derivados de la "aparición" de múltiple servidumbre como tuberías, cableados o saneamiento en la zona, con las que la empresa constructora no contaba.

"¿Cómo piensa el Gobierno recuperar los ocho meses perdidos por la paralización de las obras de conexión con El Musel si la constructora sigue pendiente de los trámites administrativos que obligaron a pararlas?", se pregunta el diputado forista.

El pasado mes de mayo, Martínez Oblanca ya había reclamado "inútilmente" exigir responsabilidades al consultor que redactó el proyecto "ignorando prácticamente todas las múltiples servidumbres de una zona industrial en la que ya se habían producido incidencias previas durante la construcción de otras vías de comunicación". Por todo ello, Martínez Oblanca pregunta al Gobierno si la fecha de puesta en servicio de la autovía se mantiene en los primeros días de 2021.