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Muebles que son como un juguete

Arantzazu Valladares y Manuel Gallart diseñan enseres para el hogar sin anclajes, donde todo encaja como un Lego

Arantzazu Valladares y Manuel Gallart, ante la estantería modular, una de las estrellas de su sello de muebles personalizables. MARCOS LEÓN

Hace mucho tiempo que Lego conquistó nuestros corazones y nuestras mentes, pero el fenómeno global que arrasa entre niños y mayores -y que se extiende al cine y los videojuegos- sigue dando sorpresas espectaculares en el ámbito de la creatividad. Lo demuestra una nueva familia de muebles de sello netamente asturiano -nada que ver con el gigante sueco- cuyos trabajos están destinados a expandirse o encoger como las creaciones Lego. Son muebles que se convierten en pequeños lienzos para personalizar, al gusto de cada cual, los enseres del hogar.

Los responsables de la idea son los diseñadores del estudio gijonés Tabuhome, Arantzazu Valladares y Manuel Gallart, que ya han sido reconocidos por su trabajo hasta en tres ocasiones en la Feria Internacional de Mueble de Valencia, como diseño revelación. El cubo es la unidad de trabajo para ellos, una pieza práctica y elegante que puede usarse tanto como mesa auxiliar o como taburete, y cuando crece hace las veces de estantería. "Lo que nos plateábamos era que no queríamos nada de tornillería ni que fuera necesario el uso de herramientas", explica Valladares, fundadora y diseñadora de la marca. Su pareja y director de operaciones de la empresa, Manuel Gallart, agrega que las nuevas dinámicas laborales que obligan a cambiar de domicilio en varias ocasiones a lo largo de la vida, les llevaron a pensar en una propuesta práctica. Y sus muebles, como un auténtico juguete Lego, se pueden desmontar y transportar en un espacio tan reducido como el que ocupa una caja de pizza.

"Trabajamos con diferentes materiales de gama media-alta", aclara la diseñadora de la marca, quien destaca, no obstante, la oportunidad personalizar al detalle cada pieza, desde colores hasta acabados y complementos para los muebles. A Arantzazu Valladares se la conquista con alegría y colores suaves, aprecia el diseño que perdura y confiesa que busca muebles de bajo impacto ambiental. Por eso, con los recortes de todos los encargos que reciben han sacado una colección de letras de madera, totalmente personalizables, también pensadas como objeto de decoración, además de marcos de fotos, bandejas y, una de sus últimas creaciones, los percheros. "Queremos que el desperdicio sea mínimo", coinciden ambos.

Su idea comenzó con una cena de amigos en casa, en plena celebración del cumpleaños de Manuel. Se hicieron con varios taburetes y sillas en una gran superficie del mueble y uno de sus invitados acabó por los suelos. Así fue como comenzaron los primeros diseños del taburete y la mesa de Tabuhome, ambos de formas redondeadas y con un sistema de acoplamiento bien sencillo. "Queremos llevar el Lego de los muebles desde Asturias a todo el mundo", anuncian.

Dos carpinterías industriales, una en Galicia y otra en el Principado, son las responsables de dar forma a todos los encargos que reciben. De toda España y también del extranjero. Sus originales trabajos lucen también en domicilios y negocios de Alemania, Francia y Bélgica. "La gente nos pregunta si somos una marca extranjera o una franquicia de Dinamarca o Noruega", indican Valladares y Gallart, que forman equipo en Tabuhome junto a Pilar López Espinosa. "Es mueble hecho en Asturias", garantizan, "y nos gustaría seguir creciendo desde aquí porque hay buenos diseñadores y buena carpintería".

Uno de sus diseños más grandes, la estantería que alcanza casi tres metros y medio de largo, ocupa unos 30 minutos de montaje. "Es otra filosofía de vida", confirman los impulsores de la marca. Para garantizar los buenos resultados todo el prototipado de la empresa se realiza a escala natural (1:1) y puede llevar en torno a un año desde que nace una idea hasta que finalmente llega al mercado, cumpliendo con todos los estándares europeos. "Mucha gente nos pide instrucciones de montaje", coinciden Gallart y Valladares. Pero no hay normas. Sus muebles son como un juego y aptos para uso infantil, áreas sociales y negocios. Presentan esquinas redondeadas para garantizar versatilidad y ergonomía. Los taburetes soportan un peso máximo de 120 kilos, para evitar cualquier accidente como el que puso en marcha el negocio.

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