El proyecto se presentaba a bombo y platillo a principios de 2018 y, un año después, no hay ni una piedra puesta de la residencia universitaria del campus que la firma Rya Residencias planteó con una inversión de 9 millones. El Ayuntamiento está preocupado pero no da por muerto el proyecto. Entre otras cosas porque la operación aún no agotó los plazos legales y la empresa mantiene que su intención es hacer la obra cuando resuelva los problemas de financiación.