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Arcelor tendrá hasta finales de 2024 para completar la mejora ambiental del sínter

La siderúrgica, que ha hecho alegaciones, pide ampliar el plazo de 12 meses para presentar el proyecto de la solución técnica elegida para el nuevo filtro

Instalaciones de Arcelor-Mittal en Veriña. MARCOS LEÓN

Arcelor-Mittal tendrá hasta el 31 de diciembre de 2024 para completar las mejoras ambientales en sus plantas de sinterización de mineral de hierro en la factoría de Veriña. Ese es el plazo que figura en la modificación de la Autorización Ambiental Integrada otorgada por el Principado a la siderúrgica para instalar el último de los filtros en el sínter B para reducir la emisión de partículas, adecuando la instalación a la directiva aprobada por la UE en 2012 sobre las mejores técnicas disponibles para reducir la contaminación en la producción siderúrgica. Los sínter son las instalaciones industriales más contaminantes de Gijón, según estudios del Principado.

El grueso de las inversiones de la multinacional para adaptarse a la normativa europea se producirán antes, entre 2019 y finales de 2022, incluyendo varias actuaciones que reducirán drásticamente los actuales niveles de emisiones tanto de los sínter A y B.

El calendario de inversiones y la modificación de la Autorización Ambiental Integrada -que afecta a los sínter, a los hornos altos, a las baterías de coque y a las acerías de Gijón y Avilés- son el fruto de una negociación que se prolongó durante meses entre Principado y empresa, coincidiendo con la tramitación de la declaración de impacto ambiental para la reconstrucción y reapertura de las baterías de coque de Gijón. Esa negociación se ha traducido en la presentación ahora de un reducido número de alegaciones al documento por parte de Arcelor, empresa que en años anteriores había logrado tumbar en los tribunales buena parte de las exigencias que le imponía la administración, como ocurrió con una sentencia de 2017.

La nueva revisión de la autorización ambiental para cumplir la normativa europea obligará a Arcelor a reducir a 10 miligramos por metro cúbico de aire las emisiones primarias de partículas contaminantes del sínter A a partir de 2020 y del B a partir de 2023. Unas nuevas limitaciones aceptadas por la siderúrgica tras la negociación con el Principado. De hecho, Arcelor no alega contra ese límite a pesar de no ser el máximo permitido por la directiva europea, que establece una horquilla de 1 a 15 miligramos de partículas por metro cúbico de aire en esos focos emisores.

La reducción de la contaminación de los sínter también está prevista en los focos secundarios de emisión de la parrilla de sinterización, pero ese nivel de 10 miligramos de partículas por metro cúbico de aire no lo tendrá que cumplir Arcelor hasta 2025, tras la colocación de un filtro de mangas en esa instalación. La implementación de esa última mejora ambiental en el sínter B tendrá que instalarse antes de que concluya 2024, pero el Principado ha exigido a Arcelor en la nueva autorización ambiental que presente en el plazo de 12 meses el proyecto de implantación con la solución técnica elegida, así como el cronograma de actuaciones para su implantación.

Esta última exigencia es una de las pocas que ha cuestionado Arcelor en las alegaciones que ha presentado contra la modificación de su autorización ambiental. Arcelor no discute que tenga que instalar en el plazo fijado ese último filtro en el sínter B, pero sí cuestiona que le obliguen a elaborar ya un proyecto que requiere un estudio previo, la elección de la solución técnica y la adjudicación de la obra, trámites que en conjunto rondarán los 24 a 36 meses. Además, la siderúrgica entiende que la tecnología puede mejorar de aquí a 2024, por lo que sería más conveniente que el límite para presentar el proyecto al Principado fuera de tan sólo 9 meses antes de la entrada en funcionamiento del nuevo filtro.

Con los nuevos límites de emisión establecidos para los sínter, se reducirán los niveles de contaminación de esas instalaciones del orden del 40%, para lo que Arcelor prevé invertir 40 millones de euros, de ellos 32,5 millones en nuevos filtros.

Las medidas pactadas con la siderúrgica para la renovación de la autorización ambiental supondrán, en conjunto, una reducción de alrededor del 80% en el conjunto de las emisiones contaminantes de las factorías asturianas de Arcelor.

Las medidas incluyen la obligación de actuaciones no sólo para reducir las partículas PM 10 y PM 2,5, óxidos nitrosos, óxidos de azufre, mercurio, furanos y otros contaminantes emitidos por chimenea, sino también para reducir las emisiones difusas por el almacenamiento y trasiego de materiales, aminorar los vertidos al aguas y la contaminación del suelo. Una de esas medidas que impone la autorización ambiental es la de pavimentar la zona de carga y almacenamiento de graneles próxima a Monteana, colindante con la vía del tren, que es el principal origen de los altos niveles de polución de ese barrio.

También se va a actuar contra las partículas sedimentables contaminantes, que no son tan nocivas para la salud como las de menor tamaño pero que causan daños y gran malestar entre los vecinos que padecen este tipo de polución originada por el traslado de partículas de graneles por el viento. Arcelor tendrá dos meses para presentar al Principado un estudio de difusión de partículas sedimentables, que se tendrá que hacer en condiciones normales de funcionamiento de la fábrica.

Cubrimiento de instalaciones, alineamiento de parvas de graneles en función de la dirección del viento, pantallas vegetales, empleo de combustibles y otras materias primas con bajos niveles de mercurio y de azufre, instalación de filtros y otros sistemas de depuración, forman parte del elenco de medidas que tendrá que cumplir la multinacional en sus factorías de Gijón y Avilés, que son con diferencia las instalaciones industriales en España con un mayor tonelaje de emisiones a la atmósfera nocivas para la salud.

La autorización ambiental también obliga a Arcelor a presentar en el plazo de tres meses un plan interno de actuación ante situaciones para cuando el Principado active el protocolo de alertas por contaminación atmosférica en Gijón o en Avilés, en los que se prevé incluso la obligar a parar la producción.

También tendrá que instalar más medidores de contaminación en continuo en las instalaciones y otros sistemas de control de las mismas. Una de las alegaciones que ha presentado Arcelor cuestiona precisamente la validación de las mediciones en los sínter, para lo que se establece que debe haber dados validos en cinco de cada seis mediciones a lo largo de una hora. Arcelor alega que, a diferencia de otras instalaciones de la factoría, los sínter sufren frecuentes paradas no previstas de menos de media hora. Agregan en ese sentido que en 2018 el tiempo medio entre fallos en el sínter A se situó en 8,5 horas y en el sínter B en 15,9 horas.

Arcelor tendrá 6 meses de plazo para que una entidad de inspección ambiental acreditada verifique el cumplimiento de la nueva autorización ambiental.

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