El mundo de las mujeres se ha convertido en un continuo vaivén, nos guste o no, así que, teniendo en cuenta que el que no se adapta no sobrevive, os animo desde aquí, mas que a sobrevivir, a VIVIR, y sí, en mayúsculas, independientemente de vuestra edad.

Gracias a que las condiciones de salubridad han mejorado, nuestra esperanza de vida, también lo ha hecho, y esto trae consecuencias muy positivas, pero también acarrea que tengamos que cuidar aspectos con los que nuestra condición humana no contaba tener que lidiar a priori.

En el Siglo XX, la media de edad de la población general empieza a cambiar, llegando en el año 1960 a situarse en los 69 años para las mujeres, y en 2015 ascendiendo a los 82, hasta llegar a situarse en la actualidad en los 85 años de edad.

Imagínense los problemas que tendrían aquellas mujeres de siglos pasados relacionados con la menopausia..., ya les adelanto como podrán imaginar que era ninguno, ya que no llegaban ni a ver desaparecer las menstruaciones por los índices de mortalidad temprana que existían. Por contra, en la actualidad, las mujeres pasamos hasta un tercio de nuestras vidas en edad de Menopausia; por ello, y sin lugar a dudas, se merece una parcela especial en el concepto de Salud de la Mujer, no lo creen como yo?

Hablemos de objetivos entonces en la menopausia: el esencial para todo especialista debe ser conseguir una calidad de vida adecuada para su paciente y con ello, un bienestar, para que lejos quede la idea de vivir la menopausia como un verdadero infierno. Las mujeres debéis saber que los especialistas disponemos de herramientas para devolveos esa tranquilidad, y deberíamos por ello preguntar de manera activa sobre detalles de calidad de vida, como son por ejemplo los que afectan al sueño, a nuestra vida sexual o algo tan básico como es el cómo nos sentimos con los cambios que van aconteciendo a lo largo de los años.

Tendremos la oportunidad de poder abordar en los próximos meses varios aspectos, pero hoy me gustaría que hablásemos del Corazón de la Mujer. Y es que las mujeres tenemos una protección natural a nivel cardiovascular gracias a los estrógenos, los cuales son capaces de mantener nuestros niveles de colesterol en rangos adecuados, teniendo la sangre menos densa y haciendo que enfermemos menos del corazón. Pero, ¿ qué ocurre con la llegada de la menopausia? Perdemos esos estrógenos ya que nuestros ovarios dejan de producirlos , y por ello, este es el momento de reforzar las medidas de prevención y cuidar más que nunca de él. Es decir, adiós estrógenos y bienvenidos los cambios en el estilo de vida, ya que por muy aburridos que nos parezcan, serán nuestro mejor seguro de vida. Así que volvemos a lo esencial: dieta saludable, ejercicio regular, abandono del tabaco, consumo moderado de alcohol...

Hoy para acabar os paso a detallar los beneficios del ejercicio regular en la menopausia, ya que incide directamente sobre el riesgo cardiovascular del que estamos hablando; entre sus beneficios se encuentran el mantenimiento del peso adecuado, el alivio del estrés, el aumento de la fuerza muscular, la mejora del equilibrio y la coordinación, la mayor resistencia ósea, y el aumento de la atención mental. Además, mejora la evolución de enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes, la osteoporosis o la demencia.

Resumiendo: ¡¡¡pies para que os quiero!!! Animo a todas para seguir cuidando de nuestro corazón cuando los estrógenos dejen de hacerlo; si ellos lo han cuidado durante 50 años de nuestras vidas, vamos a mimarlo otros tantos haciendo ejercicio, de acuerdo?

Y todo esto... os lo digo de corazón.

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