El Ayuntamiento de Gijón modificará las bases de la convocatoria de subvenciones para barrios y parroquias con la intención de primar aquellos festejos que estén íntegramente organizados por los propios vecinos, y no subcontratados a otras empresas. Así se lo explicó ayer el concejal de Festejos, Jesús Martínez Salvador, a los representantes de la comisión de festejos del barrio de Cimavilla, en una reunión celebrada en el Consistorio.

Y es que precisamente el Barrio Alto gijonés fue el que impulsó este cambio en las bases de las subvenciones. Hace mes y medio que anunciaron que las fiestas de Cimavilla, una de las más señeras de la ciudad, no se podrían celebrar en 2019. El motivo principal era la escasa ayuda monetaria municipal, que hacía que fueran los vecinos los que cargasen con todo el peso económico de las celebraciones. Con el riesgo económico que ello supone para sus bolsillos en caso de que las fiestas no salieran según lo previsto.

Por ello, el Ayuntamiento optó por repensar esta medida, con la intención de favorecer aquellas celebraciones en las que los vecinos se jueguen su capital en vez de subcontratar a una empresa para que se encargue de explotar los festejos.

No será el único cambio en las bases. El Consistorio también prevé primar, a la hora de acceder a las subvenciones, aquellas celebraciones con más días de duración. Es decir, cuanto más días se alargue una fiesta, más dinero podrá recibir de las arcas municipales. Según explicó Martínez Salvador, "las anteriores bases estaban pensadas para las fiestas de los barrios que se celebran durante un fin de semana, no durante varias semanas como en Cimavilla".

De esta manera, el edil confía en que las fiestas del Barrio Alto gijonés puedan salir adelante. No obstante, Martínez Salvador pidió a los vecinos "unos días más para buscar la fórmula que mejor convenga a todos". Y remarca: "estos cambios en las subvenciones son para que se puedan favorecer todos, no solo en Cimavilla".

Los vecinos habían planteado al Ayuntamiento un plazo de un mes y medio que finalizaba ayer. "Estamos en tiempo de ponernos ya a trabajar, no de seguir esperando", aseguraban ayer en la comisión de festejos.

Por el momento, las fiestas del Barrio Alto, las que ponen el punto final al verano gijonés, siguen suspendidas, a expensas de una decisión consistorial que haga cambiar de parecer a los vecinos. Desde el Ayuntamiento se entiende que las de Cimavilla son unas de las fiestas más importantes de la ciudad, por lo que abogan por intentar su continuidad.

Los vecinos, además de una mejor dotación económica, habían solicitado a los habitantes del Barrio Alto una mayor implicación en la preparación de las actividades festivas, que engalanan las calles de Cimavilla durante dos semanas. Además, piden al Ayuntamiento un local en el que poder confeccionar todos estos adornos.