La familia de Álvaro Aguirre Presa, el patrón gijonés desaparecido junto a otras dos personas a bordo de un velero después de partir del puerto de Palma de Mallorca el pasado 5 de enero, reconoce estar viviendo con impotencia todo lo relativo al suceso y afirma sentirse desprotegidos por las autoridades. "No le deseo a nadie lo que estoy viviendo", ha reconocido a el hijo del desaparecido, Alvaro Aguirre Arroyo, que no comprende las razones por las que nadie está poniendo medios para buscarles. Su padre tiene 67 años. Sus peores temores están relacionados con que los desaparecidos hayan tenido algún tipo de contratiempo relacionado con el temporal. Su padre participó durante años en labores de Salvamento Marítimo.

El sistema de radiobaliza del barco podría no haber funcionado y, a juzgar por los días transcurridos, si estuvieran en el barco a la deriva, los tripulantes tendrían ya escasez de agua. En caso de que estuvieran en una balsa salvavidas, las probabilidades de hipotermia serían altísimas, afirma el hijo de Aguirre, quien denuncia la falta de interés a la hora de conocer qué ha pasado con su padre.

La familia está recogiendo firmas para que el Gobierno se implique más en esas labores.