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La Politécnica ofrece un plan de formación dual universitaria como el que pide FADE

Deusto acaba de estrenar un doble grado en Ingeniería Informática e Industrial que combina los estudios con contratos en empresas

Alumnos de la Escuela Politécnica de Ingeniería, ayer, realizando un examen. JUAN PLAZA

Primer candidato a la propuesta de la Federación Asturiana de Empresarios de incorporar a la Universidad asturiana formación dual. La Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón se ofrece como plataforma para una experiencia piloto que permita reproducir el modelo vasco de fábricas llenas de alumnos y las aulas, de trabajadores. La iniciativa de la formación dual universitaria está contemplada en el documento "22 medidas ineludibles para el progreso de Asturias" que presentó la FADE a finales del año pasado. Ayer, el director de la Politécnica gijonesa anunciaba que el asunto ya ha sido trasladado al rector Santiago García Granda y a la patronal asturiana. "Es complejo hacerlo bien pero si hay una fuerte implicación empresarial e institucional, se puede llevar a cabo. Esto no va ni mucho menos de simplemente unas prácticas en empresa", aseguró Juan Carlos Campo al respecto de la iniciativa.

En el País Vasco, la Universidad de Deusto incorporaba este curso el primer grado universitario de Industria Digital que realiza una integración de las ingenierías Informática e Industrial. Profesores y alumnos están seguros de lograr una empleabilidad cien por ciento casi con toda seguridad en las empresas donde realicen las prácticas académicas. Entre las empresas colaboradoras se incluyen firmas como Mercedes, Michelin, Zayer, Valliant, Bahco o Deusto Sistemas. Todas ellas recibirán a los futuros dobles graduados a partir del segundo curso. Realizarán 20 horas de formación en la empresa y 12 en la Universidad. Y, a partir del tercer año, podrán dar el salto internacional y realizar esa formación en empresas del extranjero.

La propuesta que emana del campus gijonés comprende la posibilidad de incluir en esa formación dual a los estudiantes de posgrado que en el segundo curso de máster ya pasan medio año en la empresa preparando el trabajo que pone fin a esta etapa. "Creo que es lo más cerca que tenemos y quizás un programa no bien conocido", asegura Campo, quien considera la formación dual universitaria "un camino muy interesante" aunque no apto para todas las titulaciones. "Tampoco para una titulación debe ser el único camino sino un camino paralelo. Probablemente sea para un número reducido de estudiantes. Al menos hasta que se asentase bien el modelo", continúa el director de la principal escuela de ingeniería de la Universidad de Oviedo.

Lo que se pretende con esta iniciativa, apoyada también por la FADE, es seguir un modelo similar al que funciona en el País Vasco para favorecer la capacidad de innovar y emprender de los recién graduados. Si Europa quiere ponerse al mismo nivel de Estados Unidos necesitamos 25 millones de emprendedores, reconocen los empresarios. El documento "22 medidas ineludibles para el progreso de Asturias" recoge la necesidad de llevar la formación dual a diez titulaciones de la Universidad, reforzar las enseñanza de capacidades tecnológicas, científicas y de idiomas, y fomentar el emprendimiento desde las aulas.

No solo la Universidad de Deusto sino también la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ya se han adelantado en este trabajo que está siendo un éxito. La UPV suma ya varios grados duales y algunos más en previsión. Se da la circunstancia, además, que tiene también agencia propia de calidad que ha establecido programa para acreditarlos.

El doble grado dual de Deusto tiene unas tasas de matrícula anuales de 8.000 euros, igual que el resto de grados de Ingeniería que ofertan pero, a diferencia de los estrictamente académicos, en este caso se ofrecen dos fórmulas de financiación al alumno: becas o un contrato en la empresa -en torno al salario mínimo interprofesional- que les da para cubrir el coste. Sus responsables se muestran satisfechos ante la oportunidad de alinear mejor la demanda de perfiles profesionales y la oferta formativa.

El director de la Politécnica de Gijón, Juan Carlos Campo, recuerda, no obstante, que sea o no remunerada esta formación, "la queremos". Aunque no ha sido bautizada como dual, las prácticas que realizan los alumnos del máster en Ingeniería Industrial podrían considerarse como tal. En este caso, el trabajo fin de máster (TFM) es propuesto por la empresa, se realiza en sus instalaciones y con prácticas remuneradas durante todo el semestre. "Participan muchas empresas, muchas importantes y el Colegio de Ingenieros Industriales", agrega Campo.

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