El Ayuntamiento quiere dar un impulso definitivo a las rutas escolares seguras, que este año se ponen en marcha con nueva señalización y con la colaboración de numerosos establecimientos comerciales que se han sumado al proyecto. Para seguir sumando esfuerzos, y con el convencimiento de que "nuestros niños son una preocupación de todos", la concejalía de Seguridad Ciudadana y la de Educación tratarán en las próximas semanas de involucrar a las personas mayores que tengan disponibilidad para acompañar a los niños en su recorrido al colegio, especialmente en los puntos más conflictivos.

Ayer se inauguraron los caminos de forma "oficial" con un paseo con los niños del colegio El Lloréu, entre el centro y Cuatro Caminos, por las calles más transitadas diariamente por los pequeños. Las rutas, además de en el Lloréu, también se llevan a cabo en los colegios El Piles, la Escuelona, Ramón de Campoamor y Federico García Lorca, y para todos ellos se pretende, como señala la concejala de Educación, Montserrat López, "involucrar a la tercera edad, a través de las asociaciones de vecinos o de mayores", de manera que "podamos contar con personas en puntos fijos, en las zonas de más tráfico o mayor complejidad, para dar más tranquilidad a las familias y más convencimiento de que los niños pueden ir solos".

Los contactos con los colectivos susceptibles de colaborar se iniciarán en las próximas semanas, avanzó el concejal de Seguridad Ciudadana, Esteban Aparicio, quien recordó que es algo que ya se hace en otras ciudades que Gijón toma como modelo para este proyecto. "Año a año vamos incorporando novedades para mejorar las rutas", apuntó Aparicio, con la implicación este año de los comerciantes y "de las personas mayores, pero al final de lo que se trata es de que esté implicada toda la sociedad en la idea de que todos los niños son nuestros niños, y por eso todos tenemos que estar atentos a esta cuestión como se hace en ciudades como Pontevedra".

La colaboración de los comercios echó a andar a finales del año pasado, y a los 200 establecimientos iniciales se han ido sumando otros en las últimas semanas. La adhesión al plan es voluntaria, y como requisito se pide que los colaboradores tengan el comercio abierto entre las 8.30 y las 9.30 de la mañana y hasta las 14.30 horas, franja horaria en la que los escolares pasarían por la calle de dichos comercios. La función de los tenderos que lo deseen sería la de proporcionar a los niños la ayuda que necesiten en caso de que se pierdan, necesiten un teléfono, ir al aseo o llamar a sus padres.

El objetivo de los caminos seguros es también el de animar a otros centros, ya que sólo cuatro desarrollan acciones en este sentido. Con ello, sostienen sus responsables, se lograría una mejor socialización de los menores y una reducción del uso de los vehículos particulares.