Los trabajadores del albergue municipal de Serín, gestionado por la fundación Amigos del Perro, recogieron de la calle 931 animales en el último año, lo que supone una media de entre dos y tres mascotas al día. Una cifra sensiblemente superior a los 909 ejemplares a los que asistieron el año anterior en todo Gijón. En ambos casos, la mayoría de animales recuperados fueron perros, en concreto 696 canes, 231 gatos y otros cuatro conejos. Unos números que llevan al centro a tener la tasa más alta de ocupación de los últimos años. El principal problema es que todavía "no se asume que el abandono es otra forma de maltrato, pero no se tiene esa percepción por parte de la sociedad", lamenta Lola Moreno Fernández, presidenta de la Fundación "Amigos del perro".
El Ayuntamiento de Gijón acaba de sacar a licitación -por un plazo de dos años con opción a una prórroga- la gestión del albergue de Serín, que desde junio de 2016 gestiona Amigos del Perro. Desde entonces no ha dejado de subir el número de animales que acogen, de hecho, actualmente, cuentan con 242 perros -la capacidad total es para 270 canes- y 60 gatos, lo que constituye una sobreocupación muy alta al tener capacidad para 30 felinos en la gatera del complejo. Gatos y perros son los principales huéspedes del albergue, aunque "el año pasado teníamos más conejos y algunos hurones", explica Lola Moreno.
La mayoría de animales recogidos en espacios públicos de Gijón -aseguran que la actividad de los laceros municipales es diaria y constante- lograron volver con sus dueños después de haberse perdido. Pero no todos. Es por ello que desde la fundación exigen "más medidas" preventivas a la administración contra el abandono de animales en la ciudad. "Vamos progresando, sí, pero muy despacio; se necesita que las autoridades den un paso al frente para poner en marcha protocolos y actuaciones que impidan el abandono", apunta Moreno.
La lectura más positiva del balance anual en Serín es, por un lado, la concienciación social respeto al cuidado de los animales. "Ya no nos callamos ante el maltrato, y ese cambio social motiva cambios en todos los ámbitos; ahora se investiga, se persigue, se lleva a juicio y se condena mucho más que hace años", estima la presidenta de Amigos de Perro.
Más adopciones
Al tiempo, y en la misma línea positiva, está el aumento del número de adopciones. "Si tomamos los datos del primer periodo del año, la tendencia, sin duda, muestra que el número de adopciones crece", defiende Lola Moreno. El motivo principal, estima, es porque "ya se va diluyendo la idea de los 'perros de perrera' como animales míseros y poco deseables; ahora estamos informados, sabemos que cualquier animal, sea de raza o mestizo, con buen o mal carácter, puede ser abandonado y por tanto, adoptable", asegura. No obstante, confirma Lola Moreno, queda mucho trabajo por delante para evitar los números tan altos de abandono. Es por ello que intentarán seguir al frente del albergue.
