Los vecinos de Nuevo Gijón, Perchera y La Braña dieron ayer un ultimátum a la consejería de Sanidad en lo referido a las deficiencias que llevan semanas denunciando en el centro de salud del barrio: "O nos convocan antes de que acabe este mes, como prometieron, o volveremos a las movilizaciones", enfatizó ayer el presidente vecinal, Roberto Porras.

"Se nos acabó la paciencia", explicitan los usuarios del centro de salud, que también da servicio al barrio de El Polígono. A las largas esperas para las citas médicas se suman las deficiencias estructurales del edificio, con goteras. "Queremos que nos den plazos claros, un calendario de actuaciones para saber cuándo van a empezar las obras y qué se va a hacer", pidió ayer Porras.

Desde la consejería de Sanidad se pretende realizar una inversión de 2,5 millones de euros para pasar de los actuales 900 metros cuadrados hasta más de dos mil. "Un proyecto de futuro, no poner parches", en palabras del consejero Francisco del Busto. Un anuncio que no tranquiliza a los vecinos: "tienen que dar la cara y dar explicaciones a la gente", aseveró Porras.

Esta fue una de las conclusiones a las que se llegó en la reunión ayer de las comisiones de trabajo del barrio. "A pesar de las protestas, las cosas, en vez de mejorar, cada vez van a peor. No podemos seguir así", sentenció Porras en referencia también a otro de los grandes problemas del barrio: "la falta de cuidado del patrimonio público".

Ponen como ejemplo el mal estado en el que se encuentra el pabellón deportivo de Perchera. "No vemos solución", analizó Porras, "tenemos que seguir insistiendo y trabajando". Y como muestra de ello, están preparando ya un calendario de movilizaciones y protestas para solicitar el arreglo de la instalación, aquejada de continuas goteras y otras deficiencias estructurales que dificultan su uso deportivo.

La tercera de las comisiones de trabajo está centrada en el consumo. Así, tras crear una guía de consumo responsable para el barrio, se buscará poner en práctica todos los consejos incluidos en ella. "Queremos llevar a cabo acciones concretas para impulsar el consumo responsable y huir de la cultura de usar y tirar", explicó Porras. Así, manejan la posibilidad de crear talleres de arreglo de electrodomésticos "para poder dar una segunda vida a los aparatos".