El refuerzo de personal en el Hospital de Cabueñes que la gerencia confirmó la semana pasada tenía como objetivo paliar la llegada de una gripe que se consideraba "inminente"No obstante, los 29 nuevos empleados que trabajarán en el centro hasta finales de febrero están sirviendo estos días para atender, sobre todo, los numerosos casos de bronquitis aguda e infecciones respiratorias que obligaron ayer al centro a triplicar 35 de sus habitaciones y a duplicar otras 23. "Llevamos semanas esperando por una gripe que no acaba de llegar, pero cada vez recibimos a más pacientes de edad avanzada y con problemas crónicos que acaban teniendo complicaciones por sus antecedentes de asma o EPOC", explica el personal médico.

El denominado virus sincitial respiratorio, una infección que presenta síntomas similares a un resfriado pero que puede resultar especialmente peligrosos para pacientes con otras patologías de base, sigue siendo uno de los principales motivos de ingreso. El personal médico alertó de la gran incidencia de este tipo de contagios hace ya semanas y, en su momento, se interpretó como una señal de alarma de una posible llegada de la gripe. "Estábamos tomando como referencia el año pasado, que fue un año de gran epidemia. Lo normal era que en cuanto empezásemos a ver pacientes con problemas respiratorios significaría que la gripe tendría que llegar en un par de semanas. Al final se está complicando lo primero y retrasando lo segundo", resumen desde el hospital. El personal de Urgencias, por su parte, recuerda que en los meses de invierno "es normal que se propaguen más virus que el de la gripe", pero concuerda en que el gran número de ingresos de los últimos días no formaban parte de lo esperado.

El personal del Satse, por su parte, reconoce que las nuevas contrataciones de refuerzo ( doce auxiliares, diez enfermeros y siete celadores) han evitado un "caos mayor". "El hospital ahora mismo está muy lleno y los pacientes que están ingresados tienen una salud muy delicada, así que las altas médicas acabarán por dilatarse. Poder tener personal de refuerzo hasta el 28 de febrero está siendo un gran alivio", explica Virginia Álvarez, portavoz del sindicato. No obstante, Ana Carpintero, de Corriente Sindical de Izquierda, recuerda que las 58 camas auxiliares "valdrían para llenar otras dos plantas enteras". "Se necesita un equipo de unas veinte personas para poner a funcionar solo una planta y se han hecho 29 contratos, así que el personal sigue siendo muy justo teniendo en cuenta la carga de trabajo actual", matiza.

El problema de las infecciones respiratorias es que, si afectan a un enfermo crónico de edad avanzada, suelen acaba por agudizar su proceso de base. Es decir, que si un paciente con problemas crónicos de asma o bronquitis -los casos más comunes- pilla uno de estos virus (junto al sincitial hay otros muy típicos como el adenovirus o el picornavirus), la nueva patología agudiza la anterior. Por eso, según explica el personal médico, los pacientes más complicados que atienden estos días son los que tenían problemas relacionados con el asma, la EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) o la insuficiencia cardiaca. "En su estado coger una infección respiratoria es mucho más peligroso y desarrollan fatiga y fiebre", concreta el equipo, que añade también que este tipo de patologías pueden responder a la evolución del perfil poblacional. "En Gijón hay mucha gente mayor que va sumando problemas crónicos de base, así que las infecciones respiratorias que afectan a las vías bajas y se complican van a ser cada vez más comunes. Los casos de gripe que hemos visto hasta ahora afectan más a gente joven", explica el personal.