Un hombre de 55 años resultó detenido el pasado lunes después de intimidar y causar molestias a los vecinos de las calles Severo Ochoa y Baleares con un cuchillo de casi diez centímetros. Acabó arrestado por un delito de quebrantamiento de condena, pues tenía vigente la prohibición de portar armas impuesta por un juzgado de Gijón.

Una patrulla de la Policía Local fue comisionada al filo de la media noche del lunes, alertados de que había un hombre "en estado de gran excitación y agitación, con síntomas de haber consumido alcohol" provocando molestias en la zona. Allí estaba el sospechoso, en su coche. En el registro efectuado por los agentes apareció un cuchillo de 9,5 centímetros escondido en un bolsillo del chaleco. También dio positivo en alcohol. Los agentes comprobaron además sus datos y constataron que estaba privado de tener y portar armas, por lo que fue detenido en ese momento, así como sancionado por la alcoholemia.