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Dieciocho años por partida triple

Los primeros trillizos asturianos del nuevo siglo, nacidos en Cabueñes en 2001, celebran su mayoría de edad en Gijón

En Asturias, el nuevo siglo trajo consigo a Marta, Sara y Álvaro Cercadillo Pérez. El destino quiso que estos trillizos -los primeros de la región en la nueva centuria- nacieran el 1 de febrero de 2001 en el hospital de Cabueñes, en Gijón, porque en Oviedo, ciudad donde residían sus padres, faltaban respiradores. Ayer se cumplieron dieciocho años de su llegada al mundo, y hoy los tres hermanos, ya a punto de encarar la etapa universitaria, lo celebrarán en un conocido restaurante gijonés rodeados de su familia.

"Al principio fue un susto", explica Julia Pérez, la madre de los trillizos, ovetense de 53 años casada con Jesús Cercadillo, bilbaíno. No fue hasta el tercer mes que Pérez, mamá primeriza, se enteró de que daría a luz a tres niños. "Nos pilló por sorpresa. Pero bueno, fue muy bien, conseguimos organizarnos", afirma.

El parto, que fue prematuro (los hermanos nacieron con 37 semanas), estaba previsto en el hospital de Oviedo, pero ese día las cosas se truncaron. "A las pocas horas de ingresar me dijeron que no había suficientes respiradores porque ese día había habido muchos partos múltiples. Me trasladaron en ambulancia a Cabueñes. Fue un shock porque tuvimos que trasladar a toda la familia. Pero me atendieron genial, si volviera a ser madre lo haría en Gijón", reconoce. Marta fue la primera en nacer y después llegaron Sara y Álvaro, que fue el último y el que más pesó.

Los Cercadillo fueron bautizados en la iglesia prerrománica de San Julián de los Prados, en Oviedo, ceremonia de la que dio testimonio LA NUEVA ESPAÑA el 15 de julio de 2001.

Criar a los trillizos fue duro, pero Julia contó con la ayuda incondicional de sus padres, que durante el primer año se mudaron a su casa. "Nos apañamos como pudimos. Mi marido trabajaba y yo estaba sola ante el peligro. Recuerdo que las tomas eran lo más duro, porque los niños, al ser primerizos, eran muy ansiosos", explica.

Además, el Ayuntamiento de Oviedo le proporcionó la ayuda de una chica que durante varios meses acudía a bañar y a cuidar a los niños todos los días durante dos horas.

El Principado, por su parte, no se mostró tan solícito, y los padres denunciaron en su día la total falta de apoyo y ayuda económica de Asuntos Sociales. "Es bochornoso que ocurra esto en una región con la tasa de natalidad más baja de Europa", señalaban en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA. "Criar a tres niños a la vez son muchísimos gastos. Los pañales, la comida? hubiéramos agradecido más ayudas", añaden.

Dieciocho años después, Marta, Sara y Álvaro son tres chavales sanos y buenos, que, según su madre, "nunca han dado ningún problema". Viven junto a sus padres en el barrio ovetense de Pumarín, estudiaron en el colegio de la Inmaculada y ahora en el IES Doctor Fleming, donde cursan segundo de Bachillerato. Mientras que Marta sueña con estudiar Periodismo en Madrid, Sara y Álvaro aún no tienen claro su futuro profesional.

"Tienen caracteres totalmente distintos. No se parecen en nada, ni siquiera físicamente", explica su madre. Marta juega al baloncesto y Álvaro al fútbol, mientras que Sara no practica ningún deporte. Como en cualquier familia, "tienen sus piques", pero Julia insiste en que "no pueden vivir los unos sin los otros". "Álvaro se mete a veces un poco con ellas, pero se quieren mucho", afirma.

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