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Los primeros pasos del recién aprobado ordenamiento de Gijón

Urbanismo de género: aparcamientos seguros, más luz y repensar las cocinas

El Plan General se reivindica como un documento que elimina ámbitos de discriminación de las mujeres y favorece el uso compartido de espacios

Una zona con maleza cerca de un aparcamiento, en el entorno del plan de vías. ÁNGEL GONZÁLEZ

Dos puntos de partida. El Plan General de Ordenación de Gijón. "no contiene determinaciones que favorezcan situaciones de discriminación o desventajas por razón de género". Y "muchas de las recomendaciones que aporta el urbanismo de género se dan de bruces con la normativa vigente". A partir de esas dos reflexiones se conforman las páginas de un documento específico dentro del recién aprobado PGO gijonés que habla de urbanismo de género desde distintas vías. Dentro y fuera de los hogares.

En ese hacía dentro de las casas se propone, por ejemplo, la conveniencia de "repensar" las habitaciones infantiles que, dicen los redactores del Plan, no son dobles pero de forma creciente albergan equipos y tareas "que aun siendo de uso individual requieren espacio como el estudio o la ubicación de equipos electrónicos". También es necesario reflexionar sobre el cuidado de los mayores "llevado a cabo muchas veces en habitaciones secundarias de viviendas de los hijos con las consiguientes apreturas y dificultades añadidas". Los redactores del Plan reivindican que hay que pensar en espacios para trabajo profesional pero también para trabajo doméstico.

Además, la revisada normativa urbanística, y eso se destaca en su análisis de genero, prevé zonas de almacenaje y cuarto húmedo en las casas y sugiere crear espacios donde la cocina sea sólo una parte de una estancia más amplia "de forma que no recluya a la mujer -o al varón- mientras prepara los alimentos sino que permita compatibilizar tareas".

A la hora de favorecer la convivencia y las relaciones sociales, los redactores destacan que el nuevo Plan General promueve la proximidad entre viviendas y equipamientos como colegios, parques, centros sociales, espacios deportivos... y su conexión mediante transporte público. Así, los equipamientos "en especial si tienen vocación de barrio -comerciales, por ejemplo- deben contemplar su accesibilidad a pie o mediante transporte público a las viviendas a las que proporcionan servicio".

El documento fija su atención en los aparcamientos ya que tienen la consideración de lugares peligrosos, sobre todo en opinión de muchas mujeres, y de espacios incómodos, por ejemplo a la hora de moverse con una sillita de bebé o ayudar a personas con movilidad reducida. La normativa del Plan recoge "alguna determinación" en cuanto a medidas para intentar mejorar la situación. Tanto en aparcamientos interiores y exteriores. Igual que el dimensionamiento de las aceras es otro elemento que, dicen los redactores del plan, hace política de género sin referirse específicamente a ellas.

La sensación de inseguridad se deja sentir también en los planteamientos generales que se realizan sobre aspectos como el alumbrado o los espacios verdes. En el primer caso se exigen garantías de seguridad en calles con poco tránsito o sin zócalos comerciales procurando la eliminación de puntos de sombra "sean provocados por la edificación o por la incompatibilidad entre las luminarias y el arbolado". Y en el segundo, se favorece evitar la presencia de arbustos o setos en ámbitos que, cuando hay pocas personas generan una percepción de inquietud. La recomendación es "la plantación de arbolado con copa alta que no impida la visión periférica de los usuarios y, sobre todo, usuarias". Por elementos como estos surgen la previsión de un mapa de seguridad.

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