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Dieciocho velas al cubo para los Cercadilla

"Se haría duro no vivir juntos", reconocen los primeros trillizos asturianos del siglo, nacidos en Cabueñes pero "profundamente ovetenses"

Varios momentos de la infancia de los hermanos Cercadilla.

Los primeros trillizos asturianos del nuevo siglo, Marta, Sara y Álvaro Cercadilla celebraron ayer su mayoría de edad en Gijón, la ciudad que les vio nacer hace dieciocho años, el 1 de febrero de 2001. Sí el parecido físico entre los Cercadillo es bastante notable (Marta es más espigada y con un rostro más afilado que sus hermanos y Sara lleva gafas), su manera de ser es totalmente distinta, algo que los trillizos no tienen problema en esconder. "Álvaro va a su bola, Marta es muy estudiosa y yo soy la más tranquila", reconoce Sara, que es una gran amante de los animales.

Marta es una aficionada a la novela policiaca, cursa el Bachillerato de Ciencias Sociales, sueña con ser escritora y ya baraja estudiar un doble grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual en Madrid. Álvaro, por su parte, estudia el Bachillerato de Ciencias y querría dedicarse a algo relacionado con el deporte, aunque tiene claro que no quiere moverse de Asturias. Es el más tímido de los tres, aunque siempre está "bromeando con sus hermanas y picándolas", según reconoce su madre, Julia Párez. Sara estudia el Bachillerato social, y, aunque aún no ha decidido que quiere estudiar, tiene muy claro que lo suyo "está muy alejado de las Ciencias" y que le gustaría vivir unos años "en Madrid o Barcelona".

Las chicas pasan mucho tiempo juntas, pues van a la misma clase y comparten grupo de amigas. "Vamos juntas al gimnasio y vemos las mismas series, y este verano nos iremos juntas con nuestra pandilla de viaje a Málaga, probablemente", explica Marta, que fue la primera en nacer.

La mayor de los trillizos comparte con su hermano Álvaro la afición por el deporte: ambos entrenan tres días a la semana, ella a baloncesto y el a fútbol. Además del deporte y las series a Marta le encanta "salir por ahí", afición que comparte junto a su hermana Sara. Álvaro, por su parte, es más tranquilo y prefiere otro tipo de planes, "como dar paseos o jugar al fútbol".

Pasan los veranos en Cubelles, en Barcelona, y siempre que se quedan en Asturias aprovechan los días de sol para acercarse a Gijón. De esta ciudad, que visitan con asiduidad porque tienen familiares, destacan "que les gusta todo", aunque lo que más les convence "es la playa y venir a darse un chapuzón".

Ante la posibilidad de ver separados sus caminos a partir de septiembre (en junio terminarán el colegio y se examinarán de la Selectividad) los tres hermanos afirman que, en parte, "se les haría duro no vivir bajo el mismo techo". "Tienen sus piques y a veces se enfadan, pero en el fondo no pueden vivir los unos sin los otros", indica su madre. Para Julia Pérez, la noticia de que sería mamá de tres niños fue, en principio, un susto, que terminó por convertirse en una de las experiencias más maravillosas de su vida. Junto a ella, su marido, Jesús Cercadillo, y otros once familiares (abuelos, tíos y primos) celebraron ayer la mayoría de edad de los hermanos en un conocido restaurante gijonés.

"Son unos niños buenísimos, nunca me dieron ningún problema", afirma la mamá de los trillizos. Nacieron en Gijón, en Cabueñes, porque el destino quiso que no fuera en Oviedo, donde ese día no había suficientes respiradores. En esta ciudad nació su madre y ahí reside hoy toda la familia, en el barrio de Pumarín. Los trillizos estudiaron en el colegio de la Inmaculada y después en el IES Doctor Fleming, y reconocen sentirse "profundamente ovetenses".

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