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JULIO JONTE | Nuevo director de Proyecto Hombre-Fundación CESPA

"La sustancia que más ha crecido son los hipnosedantes, sobre todo en mujeres"

"La hipertecnología nos desconecta de la relación personal y ya nos llegan casos; el año pasado atendimos a 68 chavales con estos problemas"

Julio Jonte, en la sede de Proyecto Hombre. ÁNGEL GONZÁLEZ

Julio Jonte (Gijón, 1972) acaba de relevar a Luis Manuel Flórez, Floro, al frente de Proyecto Hombre. Amplio conocedor del mundo del voluntariado, lleva 20 años de trabajo en la casa y con ese bagaje afronta un cambio sin fracturas, con el acompañamiento de Floro hasta el próximo verano y aún más allá porque "aquí nunca nos desvinculamos por completo del trabajo". Vinculado por familia a la comarca de los Oscos, defiende la ruralidad y los valores humanos de ese entorno como fundamentales para su trabajo, el de preocuparse por los demás e intentar hacerlo lo mejor posible. Un reto en el que jóvenes y nuevos perfiles de abuso de sustancias se abren paso al mismo ritmo en que cambia la sociedad.

- ¿Qué balance hace de las primeras semanas al frente de Proyecto Hombre?

-Están siendo días bastante ajetreados. Por una parte la representatividad que tiene Floro en la sociedad asturiana es muy potente, y no es que nadie sea imprescindible pero sí es cierto que personas con esa referencia social generan un gran efecto llamada, y estos días estoy un poco en esa vorágine, conociendo gente y presentándome a las instituciones, aunque ya me conocían por mi trabajo en la casa. Además, debemos tener en cuenta que esto no es una ruptura, es un proceso natural de vida donde se mezcla la experiencia que representa Floro con las nuevas ideas que vamos generando, con un gran apoyo a la hora de calibrarlas. Está siendo un proceso muy enriquecedor, que me está aportando un punto de ilusión que de mano, cuando me plantearon el reto de coger las riendas, pasaba más por el miedo, porque sabía que en la tarea de Floro no es oro todo lo que reluce. Exige mucha implicación personal y un grado de responsabilidad muy alto.

- ¿Cuánta gente alberga la familia de Proyecto Hombre?

-Empezando por las personas que atendemos en los tratamientos de adicción de adultos, son unas 450 personas con sus familias, porque ellas también forman parte del trabajo que desarrollamos. En la actualidad además es fundamental el área de prevención, que está siendo lo que más tira después de los años de trabajo con las adicciones. Hace unos 20 años que empezamos con el área de prevención, que fue creciendo y que gestiona los planes municipales de drogas de Oviedo, Llanera y Siero. Y no podemos olvidar el trabajo específico con jóvenes, menores y familias, el programa "Reciella". Todo ese área de prevención, el trabajo previo a que se produzcan adicciones, suma cada vez más gente.

- ¿El futuro de sus acciones pasa por la prevención?

-Claro que sí. En los últimos dos o tres años se ha dado un gran impulso a la prevención en este ámbito, estamos casi en una refundación de Proyecto Hombre para evitar que los problemas lleguen a mayores y tener soluciones antes de que los problemas sean más complicados de abordar. En el programa "Reciella" estamos en torno a 230 personas atendidas, entre las que se incluyen jóvenes y menores y sus familias. La novedad está en que el trabajo con las familias muchas veces se hace en ausencia de los chavales, para ayudarles a abordar situaciones complejas en este entorno.

- "Reciella" no deja de crecer... ¿Cuál es el problema con los jóvenes?

-En primer lugar quiero decir que no nos podemos alarmar. Hay unos porcentajes más o menos estables en todos los consumos, con pequeños incrementos pero que no son llamativos. Evidentemente afectan a un porcentaje de población que tiene un riesgo. Nosotros incrementamos tanto la atención en este programa por varios factores. El programa nació en Oviedo y poco a poco fue adquiriendo un conocimiento público, con población de toda Asturias y el espacio se fue quedando pequeño. Además es un recurso que nace del trabajo conjunto de varias consejerías del Principado, con muchas derivaciones. Ante esa presión de demanda lo que hemos hecho es abrir el recurso en Mieres y en Gijón. Aquí no tenemos un espacio propio adecuado, pero estoy convencido de que lograremos diferenciarlo del recurso de adultos. En la actualidad atendemos en "Reciella" sólo en Gijón a unas 70 personas y está creciendo, generando ya lista de espera. Pero no vamos a permitirlo, está en nuestros principios dar atención a todo el mundo que lo requiera.

- ¿Cuál es el perfil de quienes llegan a "Reciella"?

-Normalmente llegan chavales con usos problemático o de riesgo de sustancias: alcohol, cannabis y el tema de las nuevas tecnologías; problemas comportamentales, absentismo escolar... Son varios factores que hacen que sea una población que está en una mayor situación de riesgo. Hay gente que también tiene asociados otro tipo de consumos de sustancias, de cocaína, inhalantes... pero fundamentalmente son consumos de alcohol o cannabis, que tiene mayor prevalencia entre los jóvenes.

- ¿Se está perdiendo la percepción del riesgo?

-Curiosamente parece que la tendencia se está invirtiendo. En la última encuesta de EDADES empieza a notarse un aumento de la percepción del riesgo del consumo de cannabis. Se van concatenando los hechos: había una baja percepción del riesgo, lo que llevaba a propuestas muy flexibilizadoras, hablando de la legalización, y eso lleva a un aumento y visualización de los problemas. Y en consecuencia, empieza a haber una cierta alarma entre quienes tienen el problema cerca. Hasta ahora no estaba pasando esto; tenía mayor percepción de riesgo el tabaco. Hay otro factor, y es que cada vez se valora menos como solución al problema la legalización. La gente cree que la legalización no es una solución y se propone el factor educativo en las escuelas como el que se debe potenciar.

- ¿Y con respecto al alcohol?

-No existe una prevalencia exagerada y no debemos alarmarnos, aunque junto con el tabaco son las sustancias que más se consumen en la población. Es un indicador que más o menos se mantiene estable, aunque ha habido un repunte ligero en el consumo de tabaco en el último año.

- ¿Cuáles son los retos de la atención a la población adulta?

-Tenemos un programa de alcohol que funciona muy bien, y tenemos que tener en cuenta que por el consumo, la prevalencia de personas que pueden llegar a tener un problema es mayor. Y hay una cuestión que nos preocupa en los últimos tiempos: la sustancias cuyo consumo más se ha incrementado son los hipnosedantes, y ese es el gran reto de cara al futuro. Además, junto con los analgésicos opioides es donde se da un mayor consumo femenino, las mujeres superan a los hombres en este caso.

- ¿Cómo se ha llegado a esta situación?

-Puede que haya un exceso de medicalización, y los sistemas de salud se están planteando estas cuestiones. Es algo que hay que trabajar desde Proyecto Hombre de cara al futuro, porque hasta ahora nos llegaban problemas más clásicos. Tenemos que ver qué pasa con esa población, en qué situación está y qué problemas se están dando. Y hay muchos factores que tienen que ver con cómo vivimos en esta sociedad, con la falta de tiempo, con el estrés, la poca capacidad para gestionar el dolor y la frustración. Falta trabajo de acompañamiento para resolver estas situaciones y dejar atrás la medicación. Es muy fácil recurrir a este tipo de soluciones.

- ¿Les preocupan las adicciones sin sustancia?

-En los últimos tres años hemos visto un aumento de ello, aunque siempre han estado ahí. Lo que pasa ahora es que la prevalencia del problema está surgiendo de un modo más evidente. Ha habido un incremento en el número de casos relacionados con el juego, y en menores las TICs están presentes. El uso de las nuevas tecnologías está generando casos sobre los que trabajamos de manera específica, y es algo que nos debería preocupar a todos. Pero debemos tener en cuenta que las nuevas tecnologías son muy recientes, y la adaptación a ellas y lo que implican en cuanto a cambios genera muchas dudas todavía. Las adicciones tienen mucho que ver con una desconexión del ser humano, y la hipertecnología en realidad nos desconecta de la relación personal. Ya nos empiezan a llegar casos de chavales con problemas en este sentido, de no poder dejar de lado las pantallas. El año pasado en "Reciella" atendimos en toda Asturias 68 casos de este tipo. No tenemos que generar una alarma innecesaria, pero sí estar vigilantes.

- ¿Qué pasa con las apuestas y el juego online?

-Ha habido un cambio de paradigma; siempre ha habido problemas con el juego, todos tenemos la imagen de la tragaperras. Ahora la novedad es que aparece el juego online, con una accesibilidad muy rápida y sencilla, en cualquier parte y en cualquier momento. El juego presencial ha ido bajando en cambio. Hay un porcentaje de población que necesita atención y que vamos a tener que trabajar.

- ¿Cuál es su principal reto de futuro?

-Incrementar el trabajo de prevención con jóvenes, familias y menores porque las familias son más conscientes cuando tienen un problema. El recurso está funcionando y hay que seguir potenciándolo. Proyecto Hombre es un proyecto colectivo y no se trata sólo de hacer el bien; se trata de intentar hacerlo bien. Eso es lo que más me preocupa. Tenemos que seguir en la buena línea de trabajo de colaboración con las administraciones públicas como hasta ahora, y también destacaría cómo tenemos que seguir trabajando por dignificar a la persona, a la sociedad y a la política. Y seguiremos apostando por que el profesional antes que nada, sea un ser humano.

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