El gerente del centro de lavado de coches de Viesques que se ampliará en las próximas semanas para convertirse en una gasolinera quiso salir al paso de las críticas vecinales, asegurando que "no tomamos ningún atajo para construirla antes de que se aprobara el Plan General, lo hicimos todo conforme a la ley".

Jorge Vigil-Escalera, propietario de la instalación, explica que "es todo perfectamente legal, no hay ninguna trampa, está todo correcto y perfectamente documentado". Es más, incide en que, "comenzamos con la idea de ampliar el lavadero hace tres años y esperamos pacientemente a que nos dieran la licencia. No fue algo que se hiciera a la prisa y con presiones. No es tan rebuscado como lo pintan", en referencia a la denuncia vecinal que asegura que se tomaron "atajos legales" para aprobar la instalación antes de que entrase en vigor, la semana pasada, el nuevo PGO de la ciudad que, aseguran los afectados, invalidaría la gasolinera.

Vigil-Escalera explica que, al contrario de lo que dicen los vecinos, no será una instalación desatendida, si no que habrá tres turnos de dos personas durante el día y una persona más de noche para atender los cuatro puestos de repostaje y la tienda, que estará abierta 24 horas. Además, se mantendrá el servicio de limpieza que existe actualmente y se crearán cuatro puntos de recarga para coches eléctricos.

"Tenemos medidas de seguridad por encima de lo necesario", recalca Vigil-Escalera, que asegura que el vecino que vive más cerca de la instalación, en un chalé a escasos metros "nunca se quejó, y eso que sería el principal damnificado".

Ante las amenazas vecinales de "ir hasta el final", vía judicial incluida si fuera necesario, Vigil-Escalera explica que "estamos seguros de que estamos haciendo las cosas bien, no estamos preocupados", pero avisa que no va a permitir que los vecinos "sigan contando patrañas y deteriorando mi imagen".

No duda el gerente de la instalación de que "es algo positivo para el barrio, no se quieren dar cuenta, pero lo van a terminar agradeciendo".