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La Pedrera, una china en el zapato del PGO

Un vecino planta batalla al plan urbanístico, como ya hiciera con los anteriores, para que sus herederos puedan construir en la finca familiar

La Pedrera, una china en el zapato del PGO

Si todo sale según lo previsto la reciente decisión plenaria de aprobar definitivamente el nuevo Plan General de Ordenación (PGO) se publicará mañana en el Boletín Oficial del Principado de Asturias. Una publicación que supone su entrada en vigor: la que están esperando muchos promotores para poner en marcha sus proyectos constructivos pero también propietarios de la zona rural que quieren batallar contra las limitaciones que el planeamiento les impone en sus tierras a la hora de poder construir.

Una batalla que comenzará con un recurso para luego, si no queda otra solución, dar el salto a los juzgados. Ese el camino que, como ejemplo y a falta de lo que le concreten sus abogados, tiene en mente José Antonio López.

Este vecino de La Pedrera sólo quiere que sus hijos puedan tener una casa en la misma tierra en la que nacieron sus bisabuelos y donde él vive desde siempre. Y por eso va a luchar. Como ya luchó frente a los planeamientos urbanísticos de 2006 y 2011, que acabaron siendo anulados en los tribunales. "Yo nunca fui contra el Plan General, yo reclamé mi finca y a cuenta de ello cayó el Plan General", explica recordando su movilización y la de muchos vecinos de la zona rural que fue mortal para aquellos planes urbanísticos. Las "marchas verdes" ya forman parte de la historia del urbanismo gijonés.

El vecino de La Pedrera se plantea recurrir tras ver como se desestimaba su alegación en el proceso de información pública. Su petición era que tres parcelas a las que el PGO da la consideración de espacio de protección ambiental pasen a incorporarse al núcleo rural colindante -al que pertenece la gran parte del suelo inicial de sus antepasados y que se corresponde con el área definida como Mareo de Riba/Quinta América- para que en ella se pueda construir.

La alegación fue desestimada. "Me contestaron que hay que evitar delimitaciones de núcleos rurales mediante el trazado de aureola. ¿Aureola? Tuve que ir al diccionario para entenderlo", explica. Porque lo que entiende López es que esas fincas están al lado de otras donde sí se puede construir, que tienen acceso desde el camino y todos los servicios de un área urbanizable. "Hasta gas ciudad", concreta. Sin embargo, ni le dejaba construir el plan de 1999 -vigente ahora- ni le permitirá el nuevo que considera que ese espacio es una barrera de protección ambiental frente al vecino polígono industrial de Porceyo. "Nuestros bisabuelos nacieron aquí y a nosotros nos están echando", sentencia.

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