Historiador y doctor en Arqueología por la Autónoma de Madrid, el investigador Javier Salido Domínguez abrió ayer, en las Termas Romanas, el ciclo "Tesoros singulares en los museos de Gijón". Ha investigado la pieza de vidrio, hallada en las excavaciones hechas por Carmen F. Ochoa y Fernando Gil Sandino en la villa romana de Veranes, en la que se lee "Bebe y vive muchos años, buen hombre". Una investigación que ensancha la tesis sobre la importancia de la romanización gijonesa.
-Empecemos por ahí, la singularidad de ese vidrio o botella.
-Hay varias cosas importantes. Primero, por la cronología. Lo tenemos bien fechado: a partir del 383 después de Cristo. Y segundo, por el mensaje que incluye. De un vidrio de cuatro centímetros y con seis letras, hemos podido recuperar el texto: "Bebe y vive muchos años, buen hombre". Está con dos formas en latín y una en griego. Lo hemos podido recomponer porque hay mensajes parecidos en otras botellas o recipientes. Lo singular del objeto es que pertenece, si atendemos al contexto, al momento de esplendor de la villa de Veranes, finales del siglo IV. Se trata de un tipo de botella que se ha hallado en la península Ibérica; podríamos hablar de una especie de "souvenirs", botellas que se producían en Campania, cerca de Roma. Estaríamos, por tanto, ante un objeto que indica la existencia de unas relaciones comerciales y, de otra, de amistad, la del propietario de la villa (de Veranes) con alguien de fuera.
-Hay otro aspecto notable: la filosofía hedonista o epicúrea que transluce el mensaje.
-Y en una botella que seguramente se empleba para el vino, para un banquete. En esas reuniones estaba presente la llamada a vivir el momento por la fugacidad de la vida; es el "carpe diem".
-Esa botella da idea de que Veranes, además de la actividad agropecuaria, tenía una cierta vida social.
-Efectivamente. Son haciendas rurales donde hay un ocio. La aristrocracia marcha de la ciudad para buscar la tranquilidad y celebrar banquetes. Plinio dice que el vidrio más valorado es el incoloro y transparente, o sea, como el hallado en Veranes.
-Vamos sabiendo cada vez más cosas de Veranes, pero hay una parte aún sin excavar. ¿Podemos dar con más sorpresas o singularidades de este tipo?
-Si las administraciones apoyaran nuevas excavaciones, seguro que habría otras sorpresas, sin duda.
-En los últimos años empezamos a darnos cuenta de que Gijón tiene un pasado romano más importante de lo que se creía.
-Gijón, como cabeza de un vasto territorio, es un eje central de la Administración y seguro que un punto de encuentro cultural, comercial también. La prueba es este vidrio. El siglo de esplendor de Veranes coincide con el de la construcción de la muralla romana gijonesa y con el del depósito de Tabacalera.
- Las piezas encajan...
-Así es. Las investigaciones de la profesora Carmen Fernández Ochoa abundan desde hace años en esa idea: Gijón con un papel centralizador del territorio. Y más digo: la villa romana de Veranes no tiene sentido si no es relación con la ciudad romana de Gijón.
