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AMELIA TIGANUS | Víctima de trata, "Comadre de Oro" de Gijón

"La sociedad cosifica y estigmatiza a las protitutas como si no fueran personas"

"España va camino de ser la Tailandia de Europa"

Amelia Taganus. LNE

Amelia Tiganus salió de las prostitución hace 12 años, aunque sostiene que lo hizo físicamente porque psicológicamente todavía hoy piensa que está saliendo de ella. El próximo 28 de febrero recibirá en Gijón el premio Comadre de Oro de la Tertulia Les Comadres, por su compromiso con la lucha feminista. Ella es una superviviente de trata y prostitución y habla de los prostíbulos como campos de concentración. Reivindica la igualdad que también leyes que permitan poner freno al abuso de los proxenetas y se reconoce feminista para construir un mundo mejor y que no haya más mujeres que tengan que pasar por lo que otras pasamos.

-Enhorabuena.

-Estoy muy agradecida por este reconocimiento y, sobre todo, porque viene de unas mujeres que han escrito parte de la historia feminista de este país.

-¿Cómo se definiría: superviviente de la trata, exprostituta o víctima de feminicidio?

-Lo que suelo decir es que soy activista feminista, superviviente de trata o del sistema prostitucional. Exprostituta puede ser ofensivo porque es como si de la nada un día una mujer decide dejar algo cuando en realidad hay todo un sistema que nos prostituye.

-¿Qué impide a una mujer salir de ese sistema de trata?

-Lo que atrapa, en primer lugar, es la falta de oportunidades porque muchas veces no hace falta ni que nos encierren bajo llave o con unos barrotes; las cadenas invisibles de los proxenetas que llevan los bares y locales de alterne son mucho más fuertes y atrapan a mujeres de países del sur, empobrecidas, que hemos sufrido la violencia sexual en la infancia y la adolescencia. Lo que te impide salir es toda esa estructura. Harían falta políticas públicas destinadas a ayudar a las mujeres que se prostituyen y a darles derechos de verdad que es lo que reclamamos la abolicionistas: no sólo una ayuda económica sino una vivienda, acceso a terapia, a formación, a tener asesoramiento jurídico, proteción y todo lo que haga falta. Y también que la sociedad nos reconozca como seres humanos porque muchas veces se nos estigmatiza y se nos llega a cosificar y deshumanizar de tal forma que parece que nuestras vidas o nuestras existencias no importan en absoluto.

-¿Cual fue su salvación?

-Yo siempre digo que de la prostitución salí físicamente hace 12 años. Fue en el momento en el que colapsé. Ya no era capaz de hacer esa 'performance' de la puta feliz, que tienes que actuar en base a lo que querían. Simplemente ya no podía, no les servía y me dejaron marchar porque les salí muy barato. El sistema les beneficia porque salimos sin el menor reconocimiento ni apoyo. Psicólogicamente salí de la prostitución cuando descubrí el feminismo porque también descubrí la existencia del patriarcado y pude ver mi experiencia personal en un marco muchísimo más amplio y entendí que mi experiencia forma parte de un entramado que arroja a la prostitución a millones de mujeres en el mundo y ahí fue cuando aprendí a liberarme de la culpa, del miedo, y del estigma.

-¿Toda prostitución es explotación?

-Yo diría que sí . En toda prostitución los hombres utilizan la sexualidad femenina desde un punto de privilegio porque son ellos los que tienen el poder y el dinero. En España sabemos que hay una brecha salarial, las mujeres trabajamos dos meses gratis pero ellos tienen diez millones de euros al día para gatar en prostitución. Entonces aquí lo que hace falta es dsitribuir la riqueza y que llegue a nosotras sin que nuestros cuerpos y nuestra sexualidad sea instrumentalizada por esa masculinidad mal entendida. Desde luego para mí la prostitución siempre es explotación sexual y mucho más cuando hablamos de que la mayoría de mujeres en protitución están bajo las órdenes del proxeneta que nos acaba quitando el dinero y nos engancha a la cocaína y el acohol. Es todo un sistema que funciona a costa de destruir la vida de las mujeres empobrecidas y de destrozar cualquier oportunidad de alcanzar la igualdad. En España es casi imposible pensar que vamos a alcanzar la igualdad mientras haya espacios donde los hombres pueden hacer lo que les venga en gana porque tienen dinero y porque las mujeres que estamos ahí dentro somos mujeres que sufrimos una vulnerabilidad atroz.

-¿El primer paso para salir de ese círculo es cerrar los prostíbulos?

-Sin duda alguna. En una sociedad civilizada que, abiertamente, se declara feminista y a favor de la igualdad entre mujeres y hombres no podemos permitir que las ciudades sigan plagadas de auténticos campos de concentración para mujeres empobrecidas. Cada vez abren más agencias y pisos para ejercer la protitución. Hay que trabajar en el desarrollo de políticas públicas para que nadie se lucre de explotar sexualmente a la mujer y quedarse con el dinero de esta deshumanización absoluta.

-España es uno de los grandes consumidores de la UE de sexo de pago.

-Es el mayor de Europa y el tercero a nivel mundial, tras Tailandia y Costa Rica y, además, hay estudios que afirman que España ya se ha convertido en un país de destino de turismo sexual -al menos en Canarias y Cataluña- . Vamos camino de ser la Tailandia de Europa y eso tiene mucho que ver porque estamos en un país que vive mayoritariamente del turismo con pocas salidas sociales y lo que interesa, aparte de utlizar a las mujeres de países más pobres como materia prima por parte de la mal llamada industria del sexo, también se utiliza los cuerpos de las mujeres empobrecidas autóctonas que se ven abocadas a la prostitución.

-Sindicato de prostitutas, ¿sí o no?

-Yo le pongo el 'no sindicato'. No es nada surgido en el estado español sino que responde a toda una estrategia global pues ninguno ha logrado beneficio alguno para las mujeres Para lo único que sirven es para hacer lobby y que se reconozca la prostitución como un trabajo y que el proxenetismo se transforme en empresariado. Cuando hablamos de explotación sexual se habla de explotación laboral y lo que se busca es legitimar un consumo que abusa de las mujeres.

-¿Sería necesaria una ley contra la trata para evitar esa circunstancia?

-Estamos tardando. Al final se trata de delitos contra la dignidad humana y necesitamos ciertas políticas públicas para las mujeres que a pesar de no ser víctimas de trata se ven obligadas por las circunstancias a sobrevivir siendo penetradas por boca, vagina y ano por hombres que no desean.

-Caso "la Manada", ¿cual es su reflexión?

-Para mí tiene muchísimo que ver con la prostitución. Hace muchos años que los chicos jóvenes exigen tener sexo grupal con una sola mujer, prostituida , fruto del consumen pornografía desde edades cada vez más tempranas. Entonces encuentran en la prostitución el lugar ideal para ponerlo en práctica.La prostitución funciona casi como puente entre la fantasía y la realidad pero no deja de ser una manera violenta y misógina de denigrar a las mujeres que es lo que provocan las violaciones colectivas, ultimamente al alza. A mí me parece que el trato que se le ha dado a ese caso deja muy claro cuáles son los prejuicios, cómo y cuánto de profunda y arraigada está la mentalidad patriarcal en la mente de quienes se supone que están para protegernos y para impartir justicia y, sobre todo, me alegra muchísimo que haya habido una respuesta feminista y que se llenaran las calles gritando: "hermana, yo te creo". Es un gran logro pero quizá lo que tenemos que conseguir es que ese "hermana, yo te creo" llegue también a las mujeres protituidas.

-¿Qué es para usted el feminismo?

-Para mí ahora mismo es el motor de mi vida y lo que ha conseguido que mi existencia y todo el dolor al que sobreviví tenga sentido y que pueda utilizar todo eso como herramienta no solo para liberarme sino también para construir un mundo mejor y dejar en herencia un mundo mucho más amable y más justo con las mujeres que vendrán. De lo que se trata es de luchar para que otras no pasen por lo que nosotras hemos pasado.

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