El fallecimiento del bombero Eloy Palacio, en abril de 2016, en un incendio en el número 58 de la calle Uría de Oviedo sacudió por completo a todos sus compañeros. De un lado, por la pena y la desolación por su pérdida. Y, de otro, porque les hizo abrir los ojos sobre una cuestión: "ha servido para darnos cuenta que estábamos con la espalda abierta, no estamos protegidos en acto de servicio", sentenció ayer Manuel Sordo, portavoz de la coordinadora unitaria de bomberos de Asturias.

Precisamente de ellos partió una campaña benéfica, bajo el lema "Una guardia por Eloy", que se alargó entre los meses de agosto y diciembre del pasado año. En ese periodo, bomberos de todas las comunidades autónomas realizaron aportaciones económicas para la familia del fallecido, bien donando las ganancias de las guardias extra realizadas o bien mediante otras fórmulas, como la venta de lotería o una aportación colectiva por turno, como hicieron los bomberos del parque de Gijón, que ayer recibieron unas camisetas conmemorativas agradeciendo su labor.

Explicó Sordo que "es una recaudación económica para la familia, que quedó desamparada por la injusta sentencia", en la que se recoge que el fallecimiento de Palacio se debió a una imprudencia temeraria del bombero, que desatendió órdenes. "No llega a lo que debería ser de justicia, es una recaudación de dignidad", aseveró Sordo. Para el bombero, "las administraciones y la justicia pagaron su entrega diciendo que era un imprudente y un temerario, y para nada". Por ello, esta campaña busca "justicia y solidaridad con la familia".

Sordo ahonda en que el fallecimiento de Palacio "sirvió como conciencia y unión de todo el colectivo a nivel nacional. Ha hecho mucho más Eloy por nosotros, que nosotros por su familia, nos ha unido". Una unión que ahora quieren hacer patente para "exigir a los grupos políticos que saquen adelante una ley marco que nos proteja en acto de servicio y que regule nuestra profesión".

Una lucha que comenzó "gracias a Eloy" pero que, lamenta, "no ha cambiado nada, seguimos igual". Explicó Sordo que "en Asturias no existe una ley de emergencias y tenemos bastantes problemas a la hora de afrontarlas. Necesitamos esa ley marco de forma urgente".

Y es que, en su día a día, los bomberos "nos sentimos desamparados", ahondó Sordo, "pero no dudamos en hacer el trabajo que tenemos que realizar en la dedicación por el ciudadano, que es a lo que nos debemos".

Por ello, temen que el adelanto de las elecciones a nivel nacional no hagan más que dilatar en el tiempo la aprobación de una ley que ven indispensable. "No sabemos cómo quedan ahora los tiempos políticos", analizó Sordo, "teníamos el proyecto de propuesta de ley en trámites en el Senado y con la convocatoria no sabemos cómo queda". Lo que tienen claro es que "tenemos que seguir trabajando para que no desaparezca todo". Eso sí, apuntilló el portavoz del colectivo de bomberos, "tenemos el compromiso de todos los partidos políticos, que ven necesaria la ley".

Por su parte, Juan Carlos Fernández "Cuni", el bombero que estaba trabajando con Palacio el día que perdió la vida, hizo hincapié en que "ni la administración ni la justicia ayudaron a la familia de un trabajador que perdió su vida en un día más de trabajo. El Ayuntamiento de Oviedo y luego la justicia les dieron la espalda".

Con todo, asegura que la campaña "fue un éxito total, no solo por la aportación económica, sino por el apoyo moral que han transmitido compañeros de toda España a la familia y a mí. Es algo que nos puede pasar a cualquiera hoy o mañana y mientras que no haya una ley que nos proteja, estamos desamparados".