Un gijonés afrontará esta mañana una pena de seis meses de cárcel por un falso aviso de bomba, después de llamar a la Policía Local alertando de que había puesto un artefacto explosivo en casa de su padre, en Gijón. La llamada movilizó a los cuerpos de seguridad ante el temor de que fuese cierta la amenaza. Se cortó el tráfico en la zona y hasta se personaron en el lugar los Tédax. La Fiscalía pide además que el joven abone todos los gastos generados por el dispositivo policial.