Las tres mujeres procesadas por estafar presuntamente a una septuagenaria con demencia negaron ayer que se aprovechasen del estado de la mujer, que les compró una tablet, dos enciclopedias, un móvil de última generación y un bolso bandolera. Las acusadas, dos empleadas de la empresa y la gerente de la misma, coincidieron en valor que cuando acudieron al domicilio de la afectada ésta parentaba estar en plenas condiciones para decidir por ella misma. "Estuvimos hablando con ella, de que había trabajado para Hacienda, que le gustaba leer y era una persona culta; hasta hablamos de su perro", explicó una de las procesadas, que afrontan, cada una, un año de prisión. El forense declaró que podría no notarse el deterioro de la señora, de 73 años.