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ANA JIMÉNEZ | Sexóloga, participa en el proyecto sanitario "Sexualidades"

"Los jóvenes temen más un embarazo que pillar un enfermedad de transmisión sexual"

"La pornografía, por ser machista, perpetúa la idea de que las relaciones se basan sólo en el coito y en un contacto meramente genital"

La sexóloga gijonesa Ana Jiménez, ayer, en El Llano. ÁNGEL GONZÁLEZ

La sexóloga gijonesa Ana Jiménez, aunque lleva años impartiendo cursos y charlas a gente de todo tipo de edades, asegura que en los últimos años las redes sociales están siendo los responsables de que la aceptación de la diversidad sexual haya dado pasos de gigante, sobre todo, entre el público más joven. Consciente de la necesidad de escuchar a este colectivo, la experta participó ayer en la presentación en el centro municipal de El Llano del nuevo proyecto sanitario "Sexualidades", que incluye una exposición artística de una decena de jóvenes de la región (estará disponible hasta el 17 de marzo) y un documental sobre la relación entre el arte y la sexualidad.

- ¿Se puede hablar del arte como herramienta para visibilizar la diversidad sexual?

-El arte siempre ha sido un agente de visibilidad o de represión sexual; tiene un papel tanto positivo como negativo. Pero sí que es cierto que en el arte siempre ha estado presente la sexualidad, la sensualidad, la erótica, la amatoria... Lo que hace "Sexualidades" es dar la voz a los jóvenes, preguntarles cómo ven ellos este tema. El resultado ha sido una colección muy diversa que refleja impresiones muy variadas.

- Los jóvenes, en realidad, parecen estar mejor informados sobre estos temas.

-Sí, eso por supuesto. Las nuevas generaciones crecieron con las TIC y eso ha hecho que el acceso a la información haya dado pasos agigantados en los últimos años. El problema es que tener un más fácil acceso a la información no quiere decir, necesariamente, tener una mejor educación en materia de sexualidad.

- No todo lo que dice internet es cierto.

-Claro, y ahora el problema es discernir la verdad de la mentira. Tú pones un concepto en el buscador y te sale una cosa y la contraria. También los jóvenes ven muchas series que, a veces, emiten mensajes no demasiado positivos. La educación en sexualidad sigue siendo imprescindible.

- Aunque no todo lo que lean sea cierto, los jóvenes sí que perecen haber encontrado nuevos referentes sobre diversidades sexuales diversas.

-Ese es el concepto que más me interesa: los referentes. Lo importante de este nuevo mundo no es tanto la información disponible si no los nuevos referentes de diversidad sexual en el más amplio sentido de la palabra. Lo ideal sería que una persona con diversidad sexual no sufriera y que ese factor solo fuese un dato más de su biografía, y eso aún no es así, pero a mí me encanta que ahora haya gente famosa que hable sexualidades que la sociedad ha reprimido durante muchos años. Y lo bueno es que los referentes ahora también los vemos en nuestra vida cotidiana.

- ¿La educación sexual en institutos también está girando hacia este concepto?

-Yo no recibí ningún tipo de formación en sexualidad en el instituto. Se hablaba en mi casa, eso sí, y con mucha normalidad. Pero en el colegio cero. Recuerdo a una profesora que nos dijo que mirarse desnuda en el espejo era masturbarse. Ahora mismo el poder recibir una charla sobre esto es muy habitual y está genial pero, ojo, sólo se considera normal que intervengamos en la Secundaria. Nos asaltan los miedos y tememos que los adolescentes inicien relaciones sexuales sin saber lo que hacen cuando, en realidad, la sexualidad empieza con el nacimiento y su formación debería empezar ya en el nivel de Infantil. Obviamente no le vas a contar lo mismo a un niño de 7 años que un chaval de la ESO, pero se deberían ir explicando conceptos durante todo el curso de la vida. Yo ahora hablo mucho de sexualidad ligada a redes sociales, por ejemplo.

- ¿Por qué las redes sociales?

-Porque gran parte de la información que los jóvenes vuelcan en las redes tienen un amplio contenido sexual. Luego está el tema del "sexting", los mensajes eróticos, o de los adultos que se hacen pasar por menores para engañarles y extorsionarles después con difundir sus fotos íntimas. A veces lo urgente no nos deja ver lo importante. Nos asusta que los adolescentes practiquen sexo sin protección, pero luego el espectro de formación dentro de la sexualidad es mucho más amplia. Si hasta los 15 años no se les informa sobre nada de esto acabamos por llegar tarde.

- ¿Se llega tarde también por los roles de género aprendidos? ¿Tiene ahí un papel propio la sexología?

-Sí, uno importante, aunque la familia, profesores y amigos también tienen mucho que decir sobre roles. Por eso pedimos aplicar educación sexual integral desde el nacimiento. Y sí, los estereotipos de género siguen existiendo y pesan muchísimo, sobre todo, a la gente adulta, que se ha criado en otro momento histórico y cultural. Los roles siguen pero con la gente joven se van rompiendo poco a poco. Están en un momento de jaque.

- ¿Cuáles son los grandes falsos mitos sobre sexualidad que se mantienen vigentes en las nuevas generaciones?

-Asustan mucho los embarazos y menos las enfermedades de transmisión sexual, aunque sean mucho más comunes. Lo ven como algo lejano porque no conocen ningún caso. Claro, si te pasa no se lo quieres decir a nadie porque temes que piensen algo malo sobre ti. No acabamos de conseguir que estas enfermedades se vean como una cuestión sanitaria. De todas formas, creo que el gran mito sobre sexualidad es otro: el de las relaciones sexuales basadas en el coito. No ayuda que con internet se difunda aún más la pornografía.

- Que tampoco es el mejor ejemplo de diversidad sexual.

-Ya. La pornografía en general es machista, casi misógina y está hecha por hombres y para hombres. Por eso la inmensa mayoría de sus contenidos están basados en el coito. Pero los jóvenes reciben esa idea también por otros lados. Y, al final, ¿las relaciones sexuales son una cuestión de si hay o no coito? Pues en realidad esa idea ni siquiera representa a todo el mundo, porque no todo el mundo es heterosexual, ni habla del placer de la mayoría de las personas. El coito debe ser entendido como una práctica más en las relaciones sexuales de las personas y cuesta mucho hacer entender a los jóvenes que las relaciones van más allá de lo genital. Pero toda la información que reciben van por ahí. Otro mito es la cuestión de la virginidad, que por supuesto es femenina, porque la masculina no tiene tanto valor.

- ¿Cuesta más llegar a un público más mayor?

-Pues sorprendentemente no. Yo he trabajado mucho con gente mayor, gente de 70 y 80 años, y suelen ser mucho más abiertas para hablar de estos temas. Al final, han hecho todo un proceso vital y te lo pueden contar todo: noviazgo, maternidad, ruptura, matrimonio, viudedad... Llegan a un punto de su vida que ya les da igual todo y te cuentan sus anécdotas de forma muy natural. He vivido momentos gloriosos con la gente mayor hablando de esto. La gente de mediana edad, por su lado, se involucran en este tipo de temas por sus hijos. Quieren aprender para educar bien a sus hijos. Poco a poco la sexualidad se va normalizando en todas las edades.

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