Los jóvenes tutelados por la administración se dan de bruces con la realidad al cumplir la mayoría de edad. Suerte para ellos que hay asociaciones como Identidad para Ellos y Ellas que ofrecen diversos programas transversales de asesoramiento y acompañamiento para ayudarles a salir adelante. Una ONG que desde su función en 2002 "ha dado ayuda a 340 jóvenespara para dar respuesta a las necesidades y carencias existentes en el sistema", explicó Marcos Madrigal, uno de los fundadores de la entidad, este pasado lunes durante su intervención en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón.

La prioridad de esta ONG es la ayuda a jóvenes en Asturias que al cumplir los 18 años pierden la ayuda del Principado. Se encuentran en riesgo claro de exclusión social tanto por la precariedad laboral como por el difícil acceso a la vivienda. A través de distintos programas desde Identidad para Ellos y Ellas" varios trabajadores sociales y voluntarios realizan una labor de acompañamiento destinada a jóvenes de entre 18 y 23 años. "Mayoritariamente son chicos, aunque poco a poco nos van llegando chicas", relató la trabajadora social Laura Pinto durante su intervención.

Uno de los proyectos estrella es "Amadeo", que lleva el nombre en honor a un adolescente que murió hace años de sobredosis en un parque de la ciudad y que, como tantos otros, se encontraba en esta misma situación. Se realiza con ellos una labor formativa, se les orienta para poder tener una vivienda, realizar las gestiones administrativas correspondientes, sacarse la tarjeta sanitaria y hasta se les da orientación para el ocio, tiempo libre y su desarrollo personal. En el caso de aquellos nacidos fuera del territorio español, se les ayuda también a tramitar los permisos de residencia y a recurrir la respuesta de la administración, porque "la mayoría de veces les viene denegada", advierte Laura Pinto.

¿Cuál es el perfil de joven al que dan ayuda? Son personas con dificultades en sus habilidades sociales, laborales, formativas y estos voluntarios son la mejor herramienta que tienen a mano para revertir la situación y ganar en motivación para desenvolverse en la sociedad. "Todos vienen de entornos complicamos y cuando se ven solos de nuevo muchos acaban retornando a la familia después de mucho tiempo, pero si padre era alcohólico cuando se fue hace diez años, ahora será diez veces más alcohólico", reflexionó Marcos Madrigal como ejemplo. Es por ello que desde "Identidad para ellos y ellas" ponen empeño en evitarlo y el acompañamiento es constante. "Actuamos en cuatro fases, desde explicarles las opciones hasta ayudarles a buscar empleo", desvela Laura Pinto, consciente que lo primordial es conseguir que ellos logren confianza en sí mismos".

No es una labor fácil. Y no ya solo por la falta de ayudas económicas. Otro de los problemas a los que hacer frente es la concepción social sobre este tipo de jóvenes que vienen de la tutela de la administración. De base, advierte el profesor universitario José Pablo Calleja, "se les confunde con chavales problemáticos o delincuentes". "Una cosa es la protección al menor que vive en situación de riesgo y otra los que han cometido delitos y un juez les envía a un centro reformatorio", explica Calleja. "Hay un problema enorme en la sociedad para la juventud con trabajo escaso, precariedad laboral que roza la explotación; todo eso constituye un caldo de cultivo perfecto para que se aprovechen de estos jóvenes", apuntó, por su parte, José Castañón, de "Socialismo y República en Asturies", durante la mesa redonda del lunes.