Un ánfora romana, un herbario, un tapiz inspirado en la guerra de Troya, un bodegón clásico, un plato de porcelana japonesa o fotografías de visión estereoscópica de viajes por Estados Unidos comparten desde ayer espacio en el Museo Evaristo Valle de Gijón. Coincidiendo con la celebración del 36.º aniversario de su apertura al público, el centro alberga por primera vez su "Gabinete de curiosidades", una exposición comisariada por Gretel Piquer Viniegra, que es un remedo de los cuartos de maravillas -conocidos como Cabinets of Curiosities o Wonder Chambers en Inglaterra-. Esos espacios contenían objetos meramente curiosos o francamente asombrosos, en propiedad de unos pocos nobles o comerciantes, que fueron en algunos casos los precursores de los museos de historia natural y grandes espacios para el arte como el Museo del Prado, que comenzó como un gabinete de curiosidades.

En esa misma tradición debe enmarcarse el interés científico mostrado por el magistrado Evaristo del Valle Álvarez (Villaviciosa, 1826-Puerto Rico, 1884), padre del pintor Evaristo Valle (Gijón, 1873-1951) al reunir su colección de conchas procedentes del mar de China, el Caribe y el Cantábrico a lo largo de la segunda mitad el siglo XIX. Asimismo, tiene cabida en esta práctica -y se puede contemplar en el Museo- otros objetos provenientes no sólo del mundo del arte sino también plantas, animales, fósiles, ingenios científicos...

Como explicó Gretel Piquer, con la acumulación de herencias: un espacio abigarrado y lleno de carácter con su mobiliario antiguo, las vitrinas que contenían un heterogéneo repertorio de piezas y la colección de conchas, además de una serie de documentos, libros, mobiliario, obras de arte? que el destino quiso que confluyeran en la que fue casa de María Rodríguez del Valle y hoy museo. "No fue fácil el montaje de la exposición; fue muy trabajoso de documentar y de diseñar", aseguró la comisaria. Para identificar las cerámicas japonesas contaron el apoyo de la profesora de la Universidad de Oviedo Yayoi Kawamura.

Estos gabinetes de curiosidades como el que ahora se puede visitar en el Evaristo Valle se convertían en una suerte de almacén de piezas insólitas que sigue las tradiciones del Renacimiento. Según Gretel Piquer convivían la naturaliza y la biología con las artes plásticas y la biología o las ciencias más avanzadas, representadas en este caso por un autómata de finales del siglo XIX y una caja de música. Tapices sillas, libros de aves a tamaño natural... Todo es posible en el "Gabinete de curiosidades" del Museo Evaristo Valle que se vincula un coleccionismo consciente de las clases pudientes.