Los propietarios de Casa Baizán, el popular restaurante gijonés ubicado ahora en la calle Corrida, recuperarán el dinero que invirtieron en 2016 en la compra de acciones de la ampliación de capital del Banco Popular.

Una sentencia del Juzgado de primera instancia número 2 de Gijón acaba de condenar al Banco Santander -que absorbió al Popular a finales del año pasado de manera definitiva- a reintegrarles esa cantidad. Los gijoneses adquirieron en junio de 2016, un total de 8.879 títulos. El banco acababa de poner en circulación en ese momento 2.004.441.153 acciones ordinarias de 0,50 euros de valor nominal cada una, según los datos a los que se hace referencia en los fundamentos de la sentencia gijonesa. La inversión de los hosteleros gijoneses se convirtió, un año después, en la pérdida total de ese dinero.

La jueza concluye que existió un error en la actuación de la entidad bancaria al transmitir la información a sus clientes. El folleto explicativo, se indica, mostraba una solvencia del banco que no se correspondía con la realidad de la entidad. Se entiende que con una información más veraz y transparente los dueños de Casa Baizán no hubieran adquirido esas acciones. Decisión de compra que también tomaron en base a su confianza con los comerciales que les ofrecieron el producto. Se da por probado el error en el consentimiento.

Rubén Cueto, socio director de Vallverdú Abogados, explica en relación a este caso que "la sentencia considera acreditado que el Banco Popular arrastraba un importante problema de solvencia desde hacía años y que las cuentas de la entidad no reflejaban la imagen fiel de la empresa, lo que pone en evidencia la mala praxis del banco. En definitiva, la justicia ha dado la razón al restaurante, que podrá recuperar lo invertido al depositar su inversión y su confianza en la entidad".