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Se dispara la atención a familias en el Albergue: en 2018 llegaron 50 menores

El establecimiento recibió a 30 grupos familiares, una decena más que el año anterior, para los que se han acondicionado espacios específicos

entre fogones. ÁNGEL GONZÁLEZ

Ni los efectos de la crisis se han terminado ni está siendo fácil para los más vulnerables salir adelante. Así lo confirman los datos de atención a los usuarios del Albergue Covadonga correspondientes al año pasado, que vuelven a poner el foco en una de las realidades que más preocupan a sus responsables: el gran aumento del número de familias con niños menores a cargo que han empezado a llegar a este recurso, el primero de la red de inclusión activa de Gijón. El año pasado pasaron por el centro 30 familias, frente a las 21 del año 2017.

Una cifra abultada, más aún si se tiene en cuenta que el Albergue se ha visto obligado a poner en marcha un recurso específico para atender tan alta demanda y que hace suponer que en años venideros, ya con este espacio funcionando a pleno rendimiento, el número de familias aún seguirá aumentando. Tal y como explica la directora del Albergue, Cristina Avella, se ha dispensado atención a 50 menores y 38 adultos, de los que la gran mayoría (27) fueron mujeres. Es el perfil que más se repite: el de mujeres solas con niños a cargo que necesitan un espacio para vivir de forma temporal, y que ha empujado al Albergue a acondicionar dos habitaciones más para familias, con una presencia además cada vez mayor de extranjeros que huyen de sus países en busca de asilo, a la espera de recibir ayudas de otras entidades como Accem.

Las dos nuevas habitaciones se unen al apartamento con que ya contaba el centro, y también se ha preparado una sala de estar con televisión, microondas y nevera para que los niños puedan hacer los deberes, jugar y tener una vida lo más normalizada posible.

Las cifras generales de atención en el Albergue siguen siendo abultadas: el año pasado se recibió a 1.083 personas, una cifra similar al año anterior y que no acaba de bajar del millar. El perfil sigue siendo mayoritariamente masculino, con un total de 72.990 servicios de comedor entre desayunos, comidas y cenas. Una cifra que tampoco deja de aumentar, toda vez que en el año 2017 fueron 67.848 los servicios de comedor, según los datos de la memoria del Albergue Covadonga.

La compleja situación social se repite en otras entidades de atención básica como es la Cocina Económica. "Estamos notando un repunte en el número de usuarios, estamos dando más de 230 comidas al día, más que hace unos meses y no sabemos cuál es la razón", explica la hermana Marisela Cueto. Del mismo modo, los cuatro módulos para familias de que dispone la residencia de la Cocina Económica "están siempre llenos, tenemos mucha demanda", asevera la responsable.

Ayer, día grande de Antroxu, los usuarios de la casa disfrutaron de un completo menú gracias a la colaboración de Asociación de Hostelería y Turismo en Asturias (OTEA) con 16 kilos de fabes, patatas, verdura y compango con el que la cocinera Yolanda Suárez preparó cerca de 245 raciones de pote asturiano, acompañado de sanjacobos, vino y postre. Una cifra de comensales que deja claro que, como asegura Marisela Cueto, "de pasar la crisis, nada de nada".

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