La Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) ha sancionado a la Empresa Municipal de Aguas de Gijón (EMA) con 4.641 euros por vertidos contaminantes al río Pínzales a la altura del polígono de Somonte, que se produjeron en mayo de 2018 durante la realización de unas obras sin haber tomado medidas para evitar los daños ambientales. Esos vertidos fueron denunciados a la CHC por la Coordinadora Ecologista de Asturias tras haber detectado un color extraño de las aguas del río Pinzales. La Coordinadora apunta que el Principado no tomó medidas ante estos hechos, de los que le informó el grupo ecologista.

"Este vertido que tuvimos de identificar aguas arriba, también lo denunciamos a la Consejería de Infraestructuras del Gobierno de Asturias que casi 10 meses después, todavía ni contesto a nuestra denuncia, lo que da idea del coladero que hay por parte del Gobierno regional con estos hechos que supusieron daños a la fauna y flora que hay en el cauce, que es competencia autonómica", señala el portavoz de la Coordinadora Ecologista de Asturias, Fructuoso Pontigo.

Pontigo explica que los vertidos se produjeron por unas obras realizadas por la EMA que afectaron al cauce, lo que motivó que durante la realización de las mismas las aguas del río gijonés bajaran de color marrón durante varios días. La empresa municipal actuó "careciendo de autorización y sin haber tomado medidas para reducir la contaminación de las aguas, con el correspondiente impacto de aumento de la turbidez por movimientos de tierras en el propio cauce, sin tomar medidas preventivas para paliar esta contaminación", insiste el portavoz de la Coordinadora.

La sanción impuesta por la CNC es de 4.000 euros por una infracción tipificado en la Ley de Aguas, a lo que se suma la obligación de indemnizar con otros 641 euros por los daños causados.

"Es un poco lamentable que sea la empresa municipal de aguas, la primera que acomete obras en el castigado río Pinzales, sin tener en cuenta el impacto que va generar, da una idea que la administración municipal no parece que sea un ejemplo de cumplimiento legal. En Gijón la competencia sobre medio ambiente la desempeña de forma personal la alcaldesa, por lo que al final ella es la responsable de estos episodios contaminantes", opina Pontigo.