Hemos de aceptar que al hablar de mujer y sexualidad, entramos en una parcela íntima que nos incomoda compartir, incluso con aquellas personas más cercanas, probablemente debido a nuestra educación, condicionantes culturales y religiosos, que además se vuelven barreras si hablamos de mujer y sexualidad en el contexto médico- paciente.

-¿Cómo hemos evolucionado en la sexualidad femenina?

-Hay que reconocer que hemos atravesado distintas etapas en nuestra historia donde el papel femenino no siempre ha sido el mismo; las mujeres han pasado por épocas oscuras de represión hasta llegar al concepto actual, donde la sexualidad se ha convertido en un derecho de la salud dentro del concepto de medicina sexual.

-¿Qué era la histeria femenina en la época victoriana?

-Durante esos años se creía en la existencia de una enfermedad conocida como "histeria femenina". Para "curar" este trastorno, los médicos debían estimular a sus pacientes en los genitales hasta que alcanzaran un orgasmo, para liberar así su "deseo sexual reprimido". Fue entonces cuando un médico británico llamado Joseph Mortimer Granville, cansado de masajear a sus pacientes manualmente, patentó en 1870 el primer vibrador, el cual fue todo un éxito ya que lograba "aliviar" a sus pacientes "enfermas" en menos de diez minutos.

-¿Cómo se naturalizaron las afecciones sexuales aceptándose como un problema de salud?

-Destaquemos dos años de esa "década prodigiosa": 1960 y 1966. En 1960 desarrollaron en Estados Unidos el primer anticonceptivo oral y supuso la "primera revolución sexual" de nuestra época. La "segunda revolución sexual" ocurre cuando Viagra® fue lanzada en Estados Unidos en 1998, ya que significó la apertura a otras disfunciones sexuales, tanto masculinas (eyaculación precoz) como femeninas (que hasta entonces las teníamos obviadas por complejas).

-¿Qué entendemos por disfunción sexual femenina?

-Debemos de tener en cuenta desde que nacemos hasta que morimos somos seres sexuados y la sexualidad es vivida por cada ser humano de una forma propia, particular, por lo que debemos de abordarla desde esa individualidad; Se clasifica en 3 tipos: interés, orgasmo y dolor.

-¿Cuál es la disfunción sexual femenina más frecuente?

-La disfunción sexual más frecuente femenina es la de disminución del deseo y en España llega a afectar al 42% de las mujeres pero en la menopausia la afección ronda el 80%, es decir, se duplica.

-Y llegados a este punto, ¿qué opciones conocemos para el bajo deseo?

-En la actualidad, existen tratamientos médicos farmacológicos pero la mayoría de las pacientes no aceptan el riesgo/ beneficio de ello y es un dato con el que debemos contar; a las mujeres no nos gusta en general medicalizar la sexualidad, y es entendible, pero por ejemplo existen complementos alimenticios cuyos ingredientes poseen efectos positivos sobre la función sexual femenina y de los que disponemos de datos científicos.

-¿Qué diremos como conclusiones?

-Diremos que es un deber medico el abordar la sexualidad en nuestras consultas, ya que se trata de un derecho a la salud. Hablar de mujer y sexualidad en nuestros días es imprescindible, ya que ocupa un lugar importante en la vida cotidiana y como tal debemos abordar este aspecto en nuestro trabajo asistencial, entendiéndolo como un derecho de salud y dentro del concepto de medicina sexual.

Más información en la web de Cristina Argudo.