Los avances médicos de las últimas décadas permiten una atención cada vez más precisa. La continua formación de los profesionales, sumado a las mejoras técnicas de las nuevas tecnologías, permiten que el sistema sanitario diagnostique patologías con cada vez más antelación. Desde hace ya años las ecografías permiten observar malformaciones y ausencia de latido en fetos, pero ahora un experto puede atisbar un mal funcionamiento del corazón en un pequeño de apenas 12 semanas de gestación. Así lo explicó ayer, al menos, el doctor Javier Arenas, jefe de Obstetricia en el Hospital de Cabueñes y uno de los coordinadores del congreso de atención prenatal que se desarrolla entre ayer y hoy en el centro.

Arenas reconoció que "hasta hace no mucho" las ecografías durante el primer trimestre de gestación "solían ignorarse". Aportó dos razones: el escaso desarrollo del feto imposibilita detectar posibles indicios de problemas y, en general, la medicina está "poco acostumbrada" a preocuparse con tanta antelación. Las pruebas durante estos primeros meses, sin embargo, "son las que más han avanzado técnicamente", según el doctor, por lo que su correcto estudio se ha vuelto "imprescindible".

Arenas, consciente de que buena parte de su público ayer eran estudiantes, puso algunos ejemplos de detalles que él sí suele detectar en su hospital. Aseguró que en las primeras semanas la principal pista será la frecuencia cardiaca (la ausencia de latido permite confirman un aborto en los dos primeros meses), y a partir de las semanas nueve y diez el obstreta ya empieza a ver la forma de la columna vertebral, las paredes del corazón y la forma de manos y pies. En las semanas siguientes es cuando el diagnóstico puede empezar a ser más preciso. "A día de hoy en el primer trimestre de embarazo se pueden detectar tanto casos de síndrome de Down como de cardiopatías. Y no es solo que podamos, es que debemos hacerlo. Los padres tienen derecho a saber lo que está pasando", aseguró. El experto recordó también que en Asturias se aprobó hacemeses una técnica de ADN fetal que les permite detectar la conocida trisomía del cromosoma 21 causante del síndrome citado. "Los casos de diagnóstico correcto son casi absolutos y, aún así, hay comunidades que todavía no han aprobado la técnica y profesionales que prefieren combinarla con otras menos efectivas", lamentó.

El experto estuvo ayer acompañado por el doctor Jose Antonio Sainz (del Hospital Universitario Valme, en Sevilla) y la doctora Nerea Maiz (del hospital catalán Vall Hebrón). El primero incidió en la importancia de realizar valoraciones morfológicas en las semanas 13 o 14, algo "impensable" hace unos años. Coincidió con Arenas en que cualquier hospital actual puede detectar muchas cardiopatías durante el primer trimestre de gestación y añadió al listado posibles anomalías en el sistema central nervioso y la espina bífida. Maiz, por su parte, explicó que el sector había "invertido sus prioridades". "Antes se hacían más ecografías en las últimas semanas de embarazo. Ahora, lo ideal es hacer una en condiciones en el primer trimestre y, si todo va bien, dejar que la gestante puede seguir su proceso sin demasiada medicalización", puntualizó.