Irene Jaraiz, presidenta de la recién creada delegación asturiana de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) -que se inauguró ayer de forma oficial con unas jornadas técnicas en La Laboral-, trabaja desde hace años desde su farmacia en Candás con la sensación de que sus compañeros de oficio "no acaban de ser del todo conscientes de su valor". Su función, a partir de ahora, será fomentar la capacitación de estos profesionales para que las farmacias "dejen de ser un simple lugar de dispensación de medicamentos" y se conviertan en un "intermediario" entre el paciente y su médico.
- ¿Qué supone para Asturias tener una delegación propia de Sefac?
-Como Sefac funciona a nivel nacional, en el sector farmacéutico parece que Asturias siempre ha ido un paso por detrás. La nueva delegación ayudará a visibilizar cómo se trabaja aquí, qué cosas se pueden mejorar y, con suerte, animar a los compañeros de profesión de la zona para que se formen y hagan cosas nuevas.
- ¿Hay algún objetivo marcado?
-Bueno, principalmente queremos ensalzar la labor del farmacéutico por su papel asistencial. Podríamos incluir muchos servicios útiles para el enfermo desde nuestras farmacias; estamos capacitados para ello, sólo tenemos que formarnos en cosas concretas. También intentaremos fomentar la investigación, que en Asturias está bastante parada, y centrarnos mucho en la formación y en conseguir que los farmacéuticos asturianos tengan las herramientas que necesitan para conseguir todo esto.
- ¿Podríamos poner un ejemplo del futuro trabajo asistencial en farmacias?
-Es muy sencillo. La delegación asturiana de Sefac pondrá a disposición de los interesados cursos presenciales u online que les dará lo que llamamos una "capacitación", que es como una autorización para ofrecer un servicio nuevo. Una de estas capacitaciones, por ejemplo, tratará la falta de adherencia a los medicamentos, que es un problema muy grave en Asturias y en toda España. Mucha gente se medica por su cuenta, pero también muchos enfermos no se toman bien su medicación en los tiempos y cantidades que corresponden o no se la toma en absoluto porque no se fían. Ahora cualquier farmacéutico puede formarse y tener una de esas capacitaciones para poder poner en marcha un servicio de revisión de uso de medicamentos. Es un servicio bastante común en Inglaterra. Sería una especie de revisión que se hace fuera del mostrador, en un despacho más privado, y con una atención cercana y personalizada. El paciente revisaría con su farmacéutico toda la medicación que está tomando y se analizaría su situación.
- ¿Y eso para qué?
-Para ver qué se está tomando y qué no y para analizar posibles efectos adversos. Mucha gente deja de tomar su medicación porque les ha sentado mal o temen que pueda hacerlo. También sirve para analizar si algo de lo recetado no funciona porque el enfermo sigue con los mismos síntomas. El farmacéutico recopilaría toda esa información y se la trasladaría al médico asignado al paciente. Hay más capacitaciones de este estilo que nos parecen interesantes.
- ¿Cuáles?
-Hay algunos servicios más conocidos, como el del sistema personalizado de dispensación, que hace que el paciente vaya una vez por semana a la farmacia y reciba en un blíster toda la medicación que debe tomar hasta la semana siguiente. Es muy útil para gente mayor que vive sola. Después hay otro sobre cesación tabáquica, que también es bastante conocido, y otro sobre el control de la tensión arterial.
- Hablaba antes de fomentar la investigación en Asturias.
-Sí, ya estamos en ello. Hay un proyecto que se llama "Conóceme" y que busca acercar a los institutos el trabajo del farmacéutico con una metodología didáctica muy precisa. Asturias ha sido la última en adherirse al estudio, lo acaba de hacer. Está muy bien porque hablar del uso racional de medicamentos. En realidad, la mayoría de adolescentes ya saben lo que es un ibuprofeno y probablemente ya se habrán tomado alguno por su cuenta. Es muy importante que los pacientes del futuro conozcan estas cosas. En Asturias esperamos ponerlo en marcha en septiembre, al inicio del próximo curso lectivo.
- Parte de estas nuevas competencias en farmacias suenan también al trabajo propio de la Atención Primaria.
-Y lo es. Lo ideal es crear una red de ayuda alrededor del paciente que implique a médicos, enfermeros, pacientes, familiares y farmacéuticos. Deberíamos coordinarnos mejor entre nosotros. Es cierto que las enfermeras hacen muchas de las tareas que hemos comentado, pero también es cierto que el paciente tiene más contacto con nosotros. Nos ven con más frecuencia y el trato, por decirlo de alguna manera, es más cercano, porque desde el mostrador se habla más de tú a tú. El farmacéutico debe tomar conciencia de que él también es un profesional sanitario.
