El organismo del Principado que gestiona los geriátricos públicos, el ERA, se gastó el año pasado 673.000 euros en reformar la cocina y los comedores de la Residencia Mixta de Pumarín, pero lo hizo sin cambiar las cañerías. La consecuencia es que una fuga en las canalizaciones del suelo de la cocina ha provocado una gotera ha acabado por desplomar parte del techo de la recepción de la mayor residencia de ancianos de Asturias.
La gotera comenzó al día siguiente de inaugurar las obras, a mediados del año pasado, en cuanto se abrieron los grifos, según el sindicato CSI. La solución adoptada, colocar un caldero y ocultarlo de la vista de usuarios y visitantes con un biombo. Esa es la imagen que se tiene al acceder al geriátrico a través de una puerta automática que lleva semanas averiada y que debe abrirse con las manos, apuntan desde CSI.
La solución del caldero no es una excepción en la Residencia Mixta de Pumarín. Si esta avería lleva meses sin repararse, lo mismo ocurre con las humedades en seis habitaciones de la décima planta del ala norte, cerradas desde abril de 2018. Cerca de un año sin repararse pese a que la lista de espera de ancianos de Gijón que solicitan una plaza en una residencia pública es de varios centenares. El sindicato denunció que las humedades en esas habitaciones se debieron a las goteras que comenzaron a aparecer a los dos meses de que concluyera una obra para arreglar la cubierta del edificio.
