Pedaladas de recuerdo, homenaje y también mucha reivindicación. Alrededor de un centenar de personas, la mayoría bomberos de toda la región y principalmente de Gijón, participaron ayer en la tercera edición de la marcha ciclista que desde el parque de Roces y la Asociación Deportiva Bomberos de Gijón realizan en los últimos años para conmemorar de forma deportiva la festividad de su patrón San Juan de Dios y para recordar a los dos compañeros fallecidos en acto de servicio en 2005, José Antonio Regueiro y José Ramón Bulnes. "Es una marcha no competitiva que está abierta a todo el mundo; de los cien asistentes seremos uno 40 bomberos", explicó uno de los promotores de esta iniciativa.

La cita fue matinal y sobre las nueve y media de la mañana el parque de Roces comenzó a llenarse de ciclistas con sus respectivas BTT para participar en la marcha memorial en honor a los dos bomberos fallecidos y añorados en el servicio. Antes de iniciar la ruta, de más de 40 kilómetros, se realizó una nueva ofrenda florar al monolito existente a la puerta del parque de Bomberos que recuerda a José Antonio Regueiro y José Ramón Bulnes, fallecidos el 13 de diciembre de 2005 -tenían 38 y 59 años respectivamente- tras despeñarse el camión en el que viajaban cuando se dirigían a sofocar un incendio en Fano. De hecho, los encargados de depositar las flores ante el monolito fueron los dos bomberos supervivientes de aquel fatídico accidente, Rafael Escandón y Senén García. Además, antes de iniciarse la marcha, la bombera asturiana y de origen polaco Ewelina Joanna Niwelt Wojnar, la única mujer en el Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y salvamento de Gijón desde hace una década, volvió a tocar el violín en memoria de sus compañeros fallecidos, del mismo modo que el pasado jueves durante el acto oficial por San Juan de Dios.

La ruta discurrió exclusivamente por el municipio de Gijón y sin incidentes. Los cien participantes pusieron rumbo al hipódromo de Las Mestas -llegaron a meta sobre las tres de la tarde- sabiendo que debían pasar, como marca la ruta de este memorial, por la parroquia de Fano. En concreto por el punto exacto del accidente en el que perecieron Regueiro y Bulnes tras caer por un desnivel al atravesar un estrecho. Justo allí, delante de otro monolito que les recuerda hicieron un alto en el camino. "Es una parada obligada, allí nos detenemos ante la placa conmemorativa para rendirles homenaje", explican los promotores del memorial, de la Agrupación Deportiva Bomberos de Gijón.

"Cuatro gatos"

La jornada de ayer, explican, sirvió también como ejercicio de reflexión y reivindicación de un cuerpo que en Gijón tiene los efectivos personales muy justos. "Somos cuatro gatos; en 2005 éramos cerca de 90 bomberos en la plantilla y ahora andamos por poco mas de los setenta", lamentó uno de los participantes en la ruta. Una denuncia ya manifestada el viernes pasado por el jefe del servicio, Javier Álvarez Villazón, durante la celebración institucional en el parque de Roces. Villazón advirtió de que mientras ciudades como Santander y Bilbao disponían de 120 y 150 efectivos respectivamente. De hecho, advirtió de lo ajustado de la plantilla , incluso que supondría un problema en el caso de coincidir a la vez dos incendios en la ciudad.

No obstante, este servicio, hace de la necesidad virtud y pese a los pocos efectivos de los que dispone, el año pasado realizaron 2.272 intervenciones en toda la ciudad, principalmente relativas a labores de salvamento. "El cuerpo de Bomberos está bien visto gracias a Dios; todos tenemos una vocación de servicio público, porque siempre que nos llaman es para echar una mano a la gente que lo necesita", apuntaron los promotores de la cita de ayer.