La Gijonesa, el conocido establecimiento de alimentación asturiano, ha ganado su batalla contra el Banco Popular. El juzgado de primera instancia Nº 5 de Gijón ha condenado al Banco Santander a devolver la cantidad invertida en acciones de Banco Popular adquiridas por La Gijonesa en la ampliación de capital de 2016 "por no reflejar la entidad en sus cuentas la imagen fiel de la empresa", explican sus abogados.

Los responsables de la tienda, dice el bufete, "acudieron a la ampliación de capital del Banco Popular por indicación del comercial de la entidad, con quien mantenían una cordial relación de confianza y quien les aseguró que no tendrían ningún problema". Fue así como en junio de 2016 los demandantes firmaron un contrato de adquisición de derechos y suscripción de acciones por 35.980 derechos y 33.410 títulos. Apenas un año después de haber hecho la inversión, sin embargo, perdieron todo su dinero.

Esta inversión había sido financiada, lo que provocó que los demandantes no perdiese sólo su capital, sino que ahora debían un préstamo por algo que jamás habían llegado a recibir. "De hecho, anteriormente nunca habían realizado inversión en acciones alguna, pero en la documentación que les pusieron a la firma consta que habían invertido anteriormente, con lo que la entidad demandada faltaba a la verdad", explican los abogados. "Este hecho se confirma con las declaraciones del comercial de la entidad, que afirmó que fue él quien realizó el cuestionario previo a la adquisición", sentencian.

Estos datos confirman, así, "la mala praxis del Banco Popular", que según el bufete demandante incurrió en "falsificación de datos, cuestionarios rellenados por los empleados de la entidad, ausencia de información alguna y asistencia financiera para cubrir la emisión con el único fin de alcanzar a cualquier coste los objetivos en perjuicio de los intereses de los clientes".

La jueza concluye en la sentencia que procede apreciar la existencia de error, pues la entidad demandada indujo a la parte actora a comprar unas acciones que, "de haber conocido la verdadera situación de la entidad, no hubieran adquirido, provocando error en el consentimiento prestado". Rubén Cueto, uno de los responsables del bufete, explica: "La Gijonesa recuperará lo que el Banco Popular le hizo perder, puesto que ha quedado demostrada la mala fe y los escasos escrúpulos que la entidad financiera demostraba en sus relaciones con sus clientes".