Un menor de edad provocó ayer la alarma en pleno centro de la ciudad después de descolgarse de una ventana y amenazar con lanzarse de una altura del tercer piso de un inmueble de la calle Instituto. La rápida actuación de agentes de la policía evitó la tragedia, ya que lograron convencerle para que volviese a entrar en el piso de acogida en el que vivía. Todo quedó en un susto y el joven fue trasladado a la unida de psiquiatría del hospital de Jove en ambulancia.

El suceso se inició a las siete de la tarde. Una patrulla de la Policía Nacional acudió al portal del número 37 de la calle Instituto, a un edificio donde existe desde hace años un piso destinado a menores extranjeros no acompañados. Según explican fuentes policiales, los agentes fueron llamados a intervenir por una discusión entre varios jóvenes que se estaba produciendo en la calle. La labor policial permitió calmar los ánimos entre los chavales, que accedieron a subir con los agentes al piso. Allí fueron identificados uno a uno antes de que los policías informasen de lo ocurrido al coordinador responsable de la estancia de los menores en el inmueble. Todo parecía solventado. Pero no fue así.

Poco después de abandonar la vivienda, los agentes recibieron el aviso del coordinador advirtiendo de que uno de los jóvenes había salido a la ventana "muy nervioso y alterado" y que manifestaba la intención de tirarse. Rápidamente se activó un amplio despliegue policial y sanitario que en pocos minutos llegó al lugar del incidente para intentar disuadir al menor de sus intenciones. Entre tanto, el joven -que primero se había colgado del balcón vestido- volvió a salir a la cornisa, esta vez sin camiseta mientras criticaba a gritos el "racismo con los moros".

En la calle Instituto se concentraron varias dotaciones policiales y una UVI móvil así como un gran número de personas que se agolparon en las inmediaciones sorprendidas por lo que estaban presenciando. Hay que tener en cuenta que se trata de una de las zonas más céntricas de la ciudad y en medio de un destacado eje comercial. Es por ello que los agentes optaron por vallar la zona para evitar males mayores.

Mientras el joven, descamisado, se sujetaba con una sola mano y seguía amenazando con tirarse -los pies los apoyaba en un saliente de la ventana del piso inferior- los agentes accedieron a la vivienda y entraron a la habitación para intentar convencerle de que depusiera su peligrosa actitud. Lo lograron e inmediatamente cerraron la ventana. Eran ya casi las ocho de la tarde.

"No dan problemas"

"No dan problemas"Una vez pasado el peligro, los agentes de la Policía Nacional acompañaron al joven, ya vestido y abrigado, hasta la UVI móvil que se había desplazado a la calle Instituto. Los sanitarios le atendieron para poco después poner rumbo al área de psiquiatría del Hospital de Jove.

El piso en el que ocurrieron los hechos lo ocupan desde hace años menores extranjeros no acompañados,. Son jóvenes que se encuentran sin sus padres y por tratarse de menores de edad, supervisados por un coordinador. Según ha podido saber este periódico, su convivencia con los demás vecinos es buena. "Nunca han dado problemas, como mucho algo de ruido algunas veces; pero se suelen portar bien porque son conscientes de la oportunidad que se les da y eso implica buen comportamiento", explicaba una vecina del inmueble. "Comencé a escuchar gritos y de inmediato vi a la Policía, pero no suelen dar problemas", insistió la mujer.