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Cabueñes forma a otros centros en rehabilitación de cirugías abdominales

El Hospital, pionero en implantar un protocolo que reduce el tiempo de hospitalización, comparte su experiencia con otros especialistas de la región

La fisioterapeuta Ana Belén Ferreiro, durante su intervención en las jornadas formativas, ayer, en el Hospital de Cabueñes. MARCOS LEÓN

El Hospital de Cabueñes ha sido pionero en implantar en la región una estrategia para optimizar la recuperación de los pacientes de cirugía abdominal compleja. Este protocolo, conocido como vía Rica (Recuperación intensificada de cirugía abdominal), permite, a través de una serie de cuidados, reducir las posibles complicaciones de la intervención quirúrgica, mitigar el coste de la estancia hospitalaria y, sobre todo, mejorar la satisfacción del paciente. Unas cuarenta personas ya se han beneficiado de él en el hospital gijonés, y el objetivo ahora es extenderlo a otros centros asturianos.

"Es un protocolo que va a revolucionar la organización de los hospitales y, sobre todo, el confort del paciente", señalaba ayer Jorge Fernández Díaz, exdirector de Atención Sanitaria y Salud Pública del área sanitaria IV y uno de los organizadores de las jornadas formativas que tuvieron lugar en Cabueñes para extender el sistema a otros centros asturianos. "Hasta ahora, hemos visto mucha satisfacción en los pacientes, que suelen estar rodeados de situaciones dramáticas y agradecen cualquier ayuda que les podamos dar", agregó.

La intervención en el enfermo (la mayoría padecen cáncer de colon, aunque también urológico) empieza, aproximadamente, un mes antes de la operación e implica a ocho especialidades médicas distintas: Anestesiología, Cirugía General, Ginecología, Urología, Endorcrinología y Nutrición, Rehabilitación, Fisioterapia y Enfermería Quirúrgica.

Su objetivo es, en palabras de la cirujana Amparo Carrocera, de la unidad de colon de Cabueñes, "preparar al paciente para que llegue al quirófano en el mejor estado físico y psicológico posible y, sobre todo, involucrarlos y que participen activamente en todo el proceso".

Para ello se llevan a cabo tres consultas preoperatorias distintas desde las áreas de anestesia, rehabilitación y enfermería. "Muchos de los pacientes llegan desnutridos al quirófano. Lo que hacemos es corregirles la anemia y mejorar su estado nutricional", explicaba Carrocera, cirujana de la unidad de colón del hospital de Cabueñes.

El estado anímico del enfermo y la reducción del estrés también es importante, por lo que "el ejercicio físico o el mindfullness son terapias muy recomendables". Otras de las medidas que contempla el protocolo (hay hasta 95 recomendaciones) es la reducción del número de horas de ayuno previo a la anestesia o la administración de cantidades controladas de suero en el quirófano.

La intervención continúa durante el postoperatorio, en el que, en palabras del doctor Fernández Díaz, "se rompe con muchos mitos como que se debe ayunar durante un día o que se debe guardar absoluto reposo". "El resultado final es que los pacientes abandonan mucho antes el hospital y tienen menos complicaciones de cara al futuro", añadía.

Para Fernández Díaz, la llave para que el protocolo funcione es "trabajar en equipo y maximizar el esfuerzo organizativo". "Cambiar de repente la forma en la que se llevan haciendo las cosas durante años cuesta, pero este método funciona porque esta basado en evidencias", sentenció.

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