"Aprender es una de las cosas más gratificantes de las que sigo disfrutando en mi vida profesional", reconoció ayer Jesús Fernández García, director de Operaciones de Thyssenkrupp Norte, y antiguo alumno de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón quien impartió la conferencia de apertura en la ceremonia de entrega de diplomas de este año. Los nuevos ingenieros escucharon los consejos de uno de los integrantes de la promoción de 1995. A Fernández, su paso por la Escuela le sirvió como arranque de un nuevo punto de vista. "Terminaba un ciclo y empezaba una nueva vida", subrayó ante una sociedad donde "lo único que permanece constante es el cambio". Por ello, les animó diciendo: "Confiad en vuestras capacidades, nadie va a salir mejor preparado que vosotros". Y ante un mercado incierto señaló: "Abrid vuestra mente, hoy es el primer día de vuestra vida; nunca hubo tantas oportunidades para el emprendimiento".

Los tres ejemplos de buen hacer que puso sobre la mesa fueron lo de Ignacio López de Arriortúa, el vasco que revolucionó la industrial del automóvil; el bioquímico Carlos López-Otín y Steve Jobs. El éxito, a juicio de Jesús Fernández, no es más que "salir de la zona de confort; en cada cambio siempre tuve la duda de no dar la talla pero prefería no lamentarme de no hacerlo". El exalumno de la Politécnica y director de Operaciones de Thyssenkrupp finalizó con una llamada a la esperanza para los nuevos titulados: "Tengo confianza en el futuro".

El director de la Politécnica, Juan Carlos Campo, comenzó enunciando que el pasado no había sido un año fácil para el centro. Una inundación dejó daños por cuatro millones de euros "pese a lo cual el alumnado apenas ha sentido molestias", remarcó. En el lado positivo, ayer se celebraba la incorporación a la entrega de diplomas de los másteres de Ingeniería Energética y Automatización. "Estamos trabajando con gran esfuerzo en el grado en Ciencia e Ingeniería de Datos", aseguró Campo para anunciar después su implantación para el curso 2020-21 "como es la intención del Rector". Este título, con carácter semipresencial, dio pie al director a lanzar su primera reivindicación. "Solicité una apuesta profunda y con recursos para la digitalización de la Universidad. Los recursos se concretan en el presupuesto y el de este año no se recoge", subrayó. Para quienes les llega ahora el momento de iniciar su vida profesional fue más condescendiente: "Lo que están deseando las empresas es encontrar personas vivas, innovadores, proactivas, despiertas, a la vez que humildes y comprometidas. Os deseamos lo mejor y las más acertadas decisiones".

El rector, Santiago García Granda, recogió el guante, asegurando: "Vuestras reivindicaciones son las nuestras". Entonces entró a anunciar que será a lo largo de 2019 cuando se logre, por fin, estabilizar al profesorado interino, además de rejuvenecer "aquellas áreas que tengan mayor necesidad". También aludió al esfuerzo en reducir el profesorado asociado, aumentar la internacionalización de las plantillas y la incorporación de talento. "Convocaremos 100 plazas más de personal laboral y funcionario", dijo sobre el PAS (Personal de Administración y Servicios) y se pondrá en marcha un plan de protección para los empleados mayores de 60 años. Del campus destacó, como publicó este diario, que la Politécnica aglutina una mayoría de lo fondos para proyectos de investigación gestionados por la FUO y se congratuló de la próxima reapertura de las cafeterías de Marina y los aularios.

La directora de Universidades, Cristina Valdés, animó a los nuevos titulados a dejarse guiarse en su camino por la humildad, prudencia y constancia mientras la alcaldesa Carmen Moriyón felicitó la trayectoria de "esfuerzo y trabajo" de los chavales. "Asturias necesita personas competentes y capaces", aseveró fijándose en los ingenieros. La última promoción está integrada por medio millar largo de nuevos talentos tecnológicos.