La oficina del servicio de empleo que durante décadas ocupó los bajos de la Casa Sindical que dan a la calle de Fermín Canella está ya operativa en el nuevo edificio administrativo del Principado en el que se ha convertido el inmueble de Poniente que fuera Palacio de Justicia. El cambio de cara al público se hizo efectivo el viernes, aunque algo más de tiempo se tardará en completar la operación de desalojo de la vieja ubicación. Y cuando esto ocurra llegará el momento de redistribuir a los actuales inquilinos de la Sindical. Una redistribución que parece abocar a la Sindical a estar en el centro de otro conflicto. Igual que lo estuvo hace unas semanas cuando el Ayuntamiento amenazó con clausurarlo si no se hacían las obras necesarias para solventar graves problemas de seguridad.
Tanto Comisiones Obreras como la Corriente Sindical d´Izquierda -los dos inquilinos de más peso en una comunidad de vecinos donde también están la CGT y la CNT- quieren irse de sus actuales ubicaciones a las que deja libre la oficina del paro. CC OO ya lo dejó claro a mediados de diciembre con una simbólica ocupación. El sindicato que lidera Víctor Roza reivindica un documento de 2004 en el que, literalmente, se puede leer que se informa "favorablemente la cesión a CCOO de los espacios d e las plantas 1ª y 2ª, sobre rasante, que vienen siendo utilizados por el servicio público de empleo estatal y por las unidades administrativas transferidas a la comunidad autónoma en materia de INEM". Ese documento es el aval con el que han negociado con el Principado.
Pero ese mismo espacio -el que en mejores condiciones físicas está de la abandonada Sindical- también lo tiene pedido la Corriente y su secretario general, Ignacio Fuster no lo da por perdido. Más bien al contrario. La CSI entiende que la decisión final sobre la ubicación de todos los inquilinos se tomará cuando las reformas del edificio estén completadas y la tomará el Ministerio de Trabajo, que es el propietario del inmueble. Tiene su palabra, dice.
El mismo ministerio que ahora tiene en marcha las obras de acondicionamiento del salón de actos del edificio tras haberse sacado de allí todos los enseres y muebles que habían reunidos los miembros de la Asociación de parados y precarios para darles salida en su rastrillo solidario. El último movimiento fue la visita del escayolista que ya mandó presupuesto a Madrid.
