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Todos a una en la tripulación

Dos docentes de Marina impulsan un proyecto de innovación para que alumnos de Puente y Máquinas interactúen juntos en la simulación de maniobras y situaciones de emergencia

Detalle de la recreación del puente de mando.

La suya es la primera experiencia de innovación docente en la Escuela Superior de Marina Civil. Las profesoras Marlene Bartolomé y Noelia Rivera lideran el primer proyecto en el que alumnos de los másteres de Náutica y Tecnologías Marinas interactúan juntos simulando una maniobra del buque o situaciones de emergencia en el mar. Podría parecer una cuestión banal pero la realidad en que en los estudios de Puente o Máquinas, conducentes a la obtención de los títulos de capitán o jefe de máquinas, no es habitual que en ambas especialidades los alumnos trabajen al alimón. "Nos pareció interesante que los chavales supieran de las necesidades que existen al otro lado de dónde ellos van a trabajar normalmente", explica Marlene Bartolomé, "si haces algo en el puente es importante que sepas qué es lo que ocurre en la máquina".

Los ejercicios se desarrollaron en el entorno más próximo a dónde tendrá lugar la práctica profesional una vez embarcados: en los simuladores de puente y máquinas de la Escuela de Marina Civil. "Se ensayó cómo actuar ante una maniobra de hombre al agua, una caída de planta o blackout (cuando el buque pierde su propulsión y gobierno), una situación de varada (cuando se pone el barco en seco, ya sea en un varadero o en la orilla del mar) y un incendio", enumeró Noelia Rivera.

En esas labores, en las que los alumnos realizaron un cambio de roles para experimentar cómo reacciona la máquina del buque, por ejemplo, si se mete mucho timón o la maniobra de vuelta que hay que completar ante un náufrago permitió a unos y otros -los que están en el puente y los que están en la máquina- "entender la importancia de estar unidos y ver qué ocurre si una maniobra se hace mal y qué riesgos implica", detalló Bartolomé.

A juicio del director de la Escuela, Rubén González, la iniciativa que se plantea en este primer proyecto de innovación docente resulta "muy interesante" como experiencia piloto y, a buen seguro, tendrá continuidad. Lo que se propone en el proyecto recién finalizado es recrear situaciones de emergencia en la que estudiantes de las especialidades de la Escuela tengan que trabajar conjuntamente, tal como se hace en el día a día a bordo de un buque.

Las prácticas, en condiciones tan reales como las que experimentarán en su desempeño profesional, incluyeron la división de los equipos en dos zonas bien diferenciadas: el laboratorio de máquinas -con la exposición al ruido real que acompaña a los oficiales y al jefe- y en el de puente, ante el simulador de maniobra y navegación que reproduce con el máximo detalle la zona de mando de un buque, con la instrumentalización real necesaria para su gobierno y control. "Unos alumnos hacían de observadores y los otros completaban el ejercicio", indicaron ambas docentes, quienes destacan la presencia creciente de mujeres en el mundo de la Marina. "Al terminar realizamos un briefing final sobre el simulacro para ver cómo había funcionado", agregaron. Todo, para que los equipos a bordo trabajen en concordancia. Un entorno en que las habilidades de comunicación y liderazgo son fundamentales.

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