"Uno de los productos culturales más interesantes de la historia de la democracia española". Así define el poeta Luis García Montero el legado de "Los Cuadernos del Norte", la revista cultural que el periodista asturiano Juan Cueto -fallecido al inicio de este año- editó en la década de los 80. El granadino, presidente del Instituto Cervantes, dirigirá a partir de ahora la difusión y digitalización de los 59 números que compusieron la publicación, cuyos derechos fueron cedidos ayer por su anterior dueña, la Fundación Cajastur-Liberbank, con una firma formal que tomó como sede el Palacio de Revillagigedo. "Esto es lo que él habría querido; le hubiese encantado estar aquí para verlo", aseguró César Menéndez, presidente de la entidad asturiana.

Además de permitir el acceso online a la revista, Montero anunció que el Instituto Cervantes ya se ha puesto en contacto con algunos de los autores que vieron sus textos publicados gracias a Cueto para que puedan dejar testimonio de su experiencia. "Queremos contar a las nuevas generaciones lo que significaba escribir en una publicación de este calibre en aquella época", defendió.

El poeta lanzó también la idea -aunque el proyecto todavía no ha tomado forma- de organizar una exposición con algunos de los números más destacados. "La vigencia actual" de la colección tanto en su temática como en su aspecto. "Sería lógico porque la publicación ha sabido envejecer muy bien; su temática sigue teniendo vigencia y su edición estética fue espléndida, tenía un diseño muy elegante", enfatizó. El propio poeta acabó encontrando un artículo suyo en una edición de "Los cuadernos del Norte" de 1985. "No lo recordaba y lo vi cuando digitalizamos los archivos. La cartera de autores es inmensa", comentó.

En sus más de 5.000 páginas, la publicación asturiana recogió las firmas de alrededor de un millar de autores y algunos acabaron por ser nombres reconocidos en el panorama literario. El granadino citó ayer a varios: el periodista Juan Cruz, el poeta Luis Antonio de Villena y el escritor Vicente Molina Foix. "Como no se había extendido todavía la comunicación digital, publicaciones como la de Juan eran todo un acontecimiento", comentó.

Menéndez, por su parte, bromeó con la idea de, "como dicen ahora los modernos", conseguir "hacer viral" el legado de Cueto. "Su revista nació para conmemorar el centenario de la Caja de Ahorros de Asturias, que fue un gran hito en aquel momento, pero su relevancia hacía necesario que ahora pudiésemos relegar su divulgación a una institución más centrada en la cultura", defendió. Para "inmortalizar" la figura del asturiano, precisamente, la fundación trabaja ahora en un futuro homenaje. "Cueto tenía una gran formación cultural y supo ver antes y mejor que el resto el talento de sus autores. Muchos acabaron siendo referentes. Esta revista no se puede entender sin la inteligencia de su editor; su lucidez está presente en cada número", alabó García Montero.