José Ramón Tuero, edil del Grupo Municipal Socialista, alertaba ayer del "peligro" que corre la obra de construcción de la cubierta de la pista deportiva de Cimadevilla, en pleno Cerro de Santa Catalina, tras haber acumulado años de tramitaciones y meses de retrasos en su ejecución. Un peligro que tiene que ver con los plazos. La obra, con un coste de unos 900.000 euros, se gestionó como inversión financieramente sostenible lo que le impone un limite temporal a cumplir que, en este caso, coincide con el final de este 2019. Si la obra no se ejecuta en ese tiempo el dinero debe destinarse, por mandato legal, a amortización de deuda. No sería el primer caso en estos últimos años en que dinero de inversión pasa al pago de deuda.

Tuero entiende que el problema en esta obra de Cimadevilla es más que real porque los tiempos van demasiado ajustados. La adjudicación de la obra -que surge de un mandato plenario de agosto de 2015- fue concretada por el equipo de gobierno a finales del año pasado con un plazo de ejecución de seis meses. A día de hoy, explicó el edil, "no empezó. El único movimiento fue quitar unas canastas".

Ante esta situación, el Grupo Municipal Socialista ha solicitado la comparecencia del concejal de Obras del equipo de gobierno de Foro, Manuel Arrieta, en la próxima comisión de Urbanismo, para que dé explicaciones sobre los motivos por los que esta obra aún no se ha iniciado pese al tiempo transcurrido desde su adjudicación.

Más de la Casa Paquet

Por otro lado, Ana Castaño, concejala de Izquierda Unida, anunciaba ayer que exigirá explicaciones en el Pleno al gobierno de Foro por no haber cumplido el mandato plenario de octubre de 2018 en el que se les daba un plazo de dos meses para presentar un informe sobre la Casa Paquet. Informe que debía incluir un plan de usos, un modelo de gestión, un estudio económico y un calendario de plazos para su puesta en funcionamiento.

IU nunca ha visto con buenos ojos la inversión municipal en reformar este edificio, de propiedad privada, para hacer un albergue de peregrinos. Castaño volvía ayer a hacer públicas sus dudas. Y más tras saber que, en principio, es el Ayuntamiento quien está asumiendo el sobrecoste de 150.000 euros que se ha generado sobre una obra presupuestada en unos 750.000. Sobrecoste que, según el contrato, debe pagar la propietaria del edificio.