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Un caso sin resolver en Gijón

Diez años "de angustia" sin Pedro Matías: un caso sin resolver

"Nunca pensamos que fuese a pasar una década sin saber nada", lamenta Rosa Riesco, madre del joven desaparecido en 2009 en La Calzada

La última foto que se tomó Pedro Matías Sánchez antes de desaparecer.

Diez años sin respuestas. La familia Sánchez Riesco cumple mañana una década de angustia y desesperación, sin noticias de Pedro Matías, el vecino de la zona oeste de Gijón que desapareció sin dejar rastro ni pista alguna el 26 de marzo de 2009 a sus 31 años. "Nunca pensamos que fuese a llegar esta fecha, nos parecía imposible cuando comenzamos a buscarle apenas dos horas después de que desapareciese que pudiesen pasar diez años sin saber nada; se dice pronto diez años, pero es una angustia que no para", lamenta Rosa Riesco, la madre del joven desaparecido.

El día en el que desapareció, un jueves, Pedro Matías Sánchez Riesco había estado tomando algo con unos amigos por el barrio. "Tenía que ir a la Casa del Mar a gestionar unos permisos de pesca con un amigo, como estábamos cerca de La Calzada se nos ocurrió llamar a Pedrín y quedamos con él para tomar unas sidras, relató poco después una de las últimas personas que supo de él. Tras el encuentro, donde Pedro Matías se mostró "cabizbajo", se despidieron y él dijo que se iba a casa. Pero nunca llegó. Fue entonces cuando comenzó una incertidumbre que, diez años después, "sigue siendo muy difícil de soportar", comparte Rosa Riesco.

Apenas dos horas después de que desapareciese, familiares y amigos comenzaron a buscarle por la zona. ¿Qué pudo pasar? "Ya sabemos que está muerto, es algo que tengo asumido, pero si me preguntas qué pasó yo creo que alguien le hizo algo, que no se fue por su propia voluntad", reflexiona Rosa Riesco. No obstante, pese al tiempo transcurrido, esta es una de las investigaciones de desaparecidos que mantiene abierta la Policía Nacional en Gijón. "Nunca han dejado de buscarle, y les doy las gracias una y mil veces por ello a la policía, que además me llama de vez en cuando", relata Rosa Riesco.

Sin pistas en diez años

Poco después de la desaparición se presentó la correspondiente denuncia en Comisaría. Las búsquedas no dieron resultado entonces ni tampoco ahora. Los investigadores realizan sus pesquisas cada cierto tiempo y desde su desaparición no se ha registrado ningún tipo de movimiento administrativo a nombre de Pedro Matías Sánchez, ni reactivado la señal de su móvil. Nada. De hecho, explican, en este tiempo no ha aparecido ninguna pista ni información que les permita desviarse de la principal hipótesis de una desaparición voluntaria.

En cada aniversario de la desaparición de este gijonés, su familia trata de recordarle públicamente para que no se olvide su nombre y con la esperanza de que alguien pueda arrojar algo de luz tanto tiempo después. Solo hizo una excepción, el pasado año cuando se concentraron en el tiempo las desapariciones de tres mujeres Asturias, Lorena Torre García (sigue desaparecida), Concepción Barbeira Mariño (apareció muerta en Vizcaya) y Paz Fernández Borrego, que finalmente apareció asesinada. "Queríamos respetar a las familias de las tres mujeres, no queríamos intervenir y por eso guardamos silencio", explica Rosa Riesco. No obstante, la fecha de los diez años sin su hijo quería recordarla. "Es un tema que me tiene machacada, hundida; me produce una angustia con la que no se puede vivir, pero no pierdo la esperanza de encontrarle y poder darle una despedida digna", confiesa Rosa Riesco.

Pedro Matías Sánchez vestía unos pantalones vaqueros, un chubasquero gris con una franja naranja y un jersey del mismo color con unos playeros grises. Junto a él siguen desaparecidas en Gijón Yolanda García Bravo, María Josefa Carnerero y Lorena Torre García. Sus familias comparten la misma angustia e incertidumbre que Rosa Riesco desde hace tiempo.

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