La Fundación Hogar de San José ha logrado aumentar en un veinticinco por ciento el éxito a la hora de dar oportunidades sociolaborales a los jóvenes a los que prestan ayudad una vez que alcanzan la mayoría de edad. "Oportunidades e inserción real, es decir, no solo lograr un puesto de trabajo, que también, sino los medios necesarios para dar autonomía a sus vidas", explicó ayer Rafael Piñera, director de la Fundación, durante la celebración de la fiesta patronal del centro.

El centro, con multitud de programas abiertos, da servicio actualmente a 250 personas, entre niños y familias, para lo que se implica un equipo que cuenta con no más de cincuenta profesionales. Además disponen de una treintena de voluntarios. De hecho, "el movimiento de voluntarios coge cada día más fuerza", explica Rafael Piñera, que ayer hizo de anfitrión ante tanta actividad en el centro para festejar al patrón.

Los objetivos del Hogar de San José están puestos ahora en lograr que más empresas apuesten por colaborar con ellos para facilitar la inserción laboral de los jóvenes a los que ayudan, como los que ayer disfrutaron de una jornada festiva y plagada de actividades que comenzó con la parte lúdica para los más pequeños.

La iglesia de San Esteban del Mar, en El Natahoyo, acogió al mediodía la celebración religiosa, que estuvo oficiada por los sacerdotes jesuitas Inocencio Martín, superior en Asturias de la Compañía de Jesús; Manolo Carrera, párroco y exdirector del Hogar y José Alonso Rodríguez. Como es tradición, la jornada prosiguió con un partido de fútbol en el que se enfrentaron -de forma amistosa- los antiguos alumnos del Hogar de San José contra los actuales alumnos de mayor edad. Tras la comida de confraternización tuvo lugar un festival para despedir las celebraciones.