"Si esto no se arregla; guerra, guerra, guerra" gritaron ayer, a las puertas del Ayuntamiento y entre petardo y petardo, los trabajadores del servicio de conservación viaria. Lo que iba a ser la segunda, y última, jornada de huelga puede convertirse en la antesala de una nueva tanda de movilizaciones. Eso lo decidirán los trabajadores en asamblea en las próximas horas.

Unos trabajadores cabreados tras escuchar el miércoles en el Pleno al edil forista de Obras, Manuel Arrieta, negar los incumplimientos de la concesionaria que denuncian los trabajadores, sobre todo en lo que tiene que ver con la obligación de tener adscritos al servicio gijonés de manera exclusiva a 34 personas.

A Arrieta la pedía ayer el portavoz del colectivo y secretario de Acción Sindical de CC OO de Construcción y Servicios de Asturias, Hortensio Mortera, dos cosas: "que solucione este problema y que dimita si tiene algo de decencia. Hacia tiempo que no se veía a un concejal mentir tanto, tantas veces y en tan poco tiempo". Mortera entiende que Arrieta mintió al asegurar que desconocía la existencia de problemas en la empresa, que hay 34 trabajadores adscritos al contrato, que todos tienen las mismas condiciones laborales y que la empresa cumple. Los trabajadores acusan al edil forista de "echar gasolina al fuego" y surgieron que el gobierno o la Alcalde le "haga entrar en razón" para evitar que el conflicto laboral vaya más allá.