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Un tornero y su familia triunfan en todo el mundo con un negocio de impresión 3D

El gijonés Alejandro Gil se codea con grandes firmas en la Cumbre de la Tecnología tras comenzar vendiendo llaveros a 3 euros

Ángela García y Alejandro Gil, en su stand de la feria tecnológica. ÁNGEL GONZÁLEZ

El gijonés Alejandro Gil se compró hace cinco años una impresora en 3D "porque me llamaba la atención, para probar como iba". Para amortizar el gasto que hizo entonces empezó diseñando llaveros que vendía a tres euros a familiares y amigos, y como la cosa marchaba bien, "empezó a írseme de las manos", confiesa. Desde entonces su peculiar negocio, bautizado como "Portachiavi 3D", ha evolucionado hasta tal punto que ahora fabrica en 3D balanzas para calibrar el centro de gravedad de aviones de aeromodelismo y ya cuenta con distribuidores en varios países europeos (Alemania, Austria, Grecia, Inglaterra, Suiza o Estados Unidos) y vende por Internet a aeromodelistas de Japón, Islandia o Hawai.

Ayer se codeaba con las empresas punteras en desarrollos tecnológicos de Asturias en la Cumbre de la Industria y la Tecnología "Citech" para presentar una "novedad en España: una impresora en 3D infinita, que puede fabricar piezas de gran longitud y hacer piezas más pequeñas en serie, porque lleva unos rodillos que ayudan a deslizarlas", explicaba el joven.

Toda una aventura surgida de un "hobby" y en la que ha embarcado a toda la familia. Su madre, Ángela García, se ha convertido de hecho en toda una experta en soldadura de elementos electrónicos en el negocio. "Ahora es mi jefe y estoy asalariada y todo. Cuando esto empezó yo estaba en el paro y me puse a ayudarlo, es como hacer punto de cruz, si se hace con atención no hay problema", relata con humor, a la par que cuenta cómo resuelve sus dudas. "Por el Whatsapp, estamos todo el día conectados para saber cómo hago esto o aquello, porque también programo el software para imprimir, además de hacer unas 400 soldaduras al día", asegura. Alejandro, por su parte, es tornero en Arcelor, y combina los dos trabajos aunque "podría vivir de esto", señala tras pensar un rato. La casa familiar se les ha quedado pequeña, porque han tenido que comprar una cortadora láser que "no entraba por las puertas, así que tuvimos que alquilar un local", indica la madre, que pronto acudirá a clases con un profesor de electrónica par "aprender a manejar el polímero". El padre, Sebastián Gil, ayuda con la cortadora, y la hermana, Irene Gil, es la creadora del logo y el nombre de la empresa. Todo un ejemplo de esfuerzo en común.

Además de ellos, en Citech se dan la mano avances para la salud como el bastón para enfermos de párkinson diseñado por "I4life", el auricular antiestrés de "Walden Medical" o el simulador para aprender a conducir de manera eficiente de la Fundación Asturiana de la Energía, con el objetivo de reducir las emisiones contaminantes.

Sobrevolar Central Park a vista de pájaro: la realidad virtual protagoniza primera edición de la feria "Cictech",

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"Climbing Planet" presenta una máquina de realidad virtual que simula el vuelo de un águila sobre la ciudad de Nueva York, con la posibilidad de mover los brazos como si fueran alas y con un ventilador para una mayor sensación de realidad de estar volando, como explica José Valiente. Y Gustavo Rosal, de la empresa gijonesa "Prevencontrol", dio a conocer una silla ergonómica para facilitar el trabajo a quienes están mucho rato de pie.

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