Morir en Gijón es caro. En concreto, un 25,7% superior a la media del país y un 15,7% por encima del conjunto de ciudades de más de 50.000 habitantes. Así lo afirma datos de la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa), que señalan que fallecer en Asturias supone un desembolso de un 0,27% superior al resto del país. No obstante, el municipio de Rivas-Vaciamadrid es el más caro para ser enterrado, un 59,3% más que el resto de España, y el municipio tinerfeño de Arona como el más barato, un 38,6% por debajo de la media del país.

La asociación ha extraído estos datos tras analizar el 80% (216.404) de los sepelios sufragados en 2018 por aseguradoras, un sector que se hace cargo del 63% de los enterramientos e incineraciones que se producen en España. Según este estudio el coste medio de un entierro "sencillo" (velatorio, ataúd, inhumación o incineración, flores, coche y esquelas) supera los 3.500 euros.

Sí se hace en la Comunidad de Madrid el coste aumenta. El municipio de Rivas-Vaciamadrid, en concreto, es el más caro, seguido de San Sebastián de los Reyes y Las Rozas. Tampoco es barato morirse en Gerona ( un 29% más caro que la media española) ni en Barcelona (un 21% superior).

Las ciudades más baratas son, por el contrario, Arona, Vitoria (32% más barato que la media), Toledo (29,2%), Zamora y Ceuta (26%), Barakaldo y Getxo, en Bilbao (25%), Palencia (21,4%) y Ávila y San Cristóbal de la Laguna con un 19% menos en sus precios.