"Cuando alguien presume de no saber asturiano ni querer saberlo, con ese criterio no será nunca ni un buen empresario ni un buen trabajador", afirmó ayer, en el Centro de Cultura Antiguo Instituto, David M. Rivas, profesor de Estructura Económica de la Universidad Autónoma de Madrid, que participó en la jornada "L'usu del asturianu nel mundu empresarial. Una llabor a comuña", que organizó la Oficina de Normalización Llingüística del Ayuntamiento de Gijón.

El profesor puso un ejemplo para sostener que el uso de la llingua está emparentada con la economía: "Hace años, en una destilería de güisqui del norte de Escocia, había dos tipos de botellas del mismo güisqui. Una estaba etiquetada en inglés y la otra en gaélico escocés y costaba una libra más, pero se vendía mejor. ¿Por qué? Si yo tengo que comprar mil botellas para un chigre no voy a pagar una libra más, pero si compro una botella para regalar traigo la etiquetada en gaélico. Son cosas que parece que no, pero pesan mucho".

Según Rivas "es como cuando dicen que vale más estudiar inglés que asturiano, pero si fuera verdad todos hablaríamos inglés perfectamente. Es curioso, pero no conozco a nadie que sea plurilingüe que utilice ese argumento, quienes lo utilizan son monolingües e, incluso, hablan mal su propia lengua".

Sostiene David M. Rivas que "donde hay mejores resultados en lenguas extranjeras, por ejemplo en inglés, son las comunidades bilingües como el País Vasco y Cataluña", ya que "un chaval que sepa bien asturiano y castellano se planta con cuatro lenguas románicas en cualquier momento y eso es productividad, competitividad y poder salir a los mercados internacionales", que es lo interesante.