Un hombre ha sido condenado a un año de cárcel y al pago de 822 euros de indemnización por un delito de hurto después de apoderarse del teléfono móvil de otro hombre mientras comía un kebab (comida turca) en un establecimiento hostelero de la ciudad. El condenado -la Audiencia Provincial ha ratificado la sentencia- se sentó en la mesa de su víctima aprovechando que estaba mareado y agachó su cabeza contra la mesa unos minutos. Una vez recuperado se incorporó y vio que no tenía su teléfono. Las cámaras de vigilancia confirmaron que el ahora condenado se lo había llevado y escondido en su chaqueta.